Finalmente llegó el día. Pasaron mucho años y corrió mucha agua debajo del puente. Alvarado, por fin, pudo disfrutar del sueño del predio propio con la inauguración de su villa deportiva.
Luego de 46 años y de cobijarse en distintas localías, el “Torito” ya no tendrá que seguir peregrinando por las canchas de Mar del Plata. Los momentos del corte de cinta y del puntapié inicial fueron los de mayor emoción de la tarde antes del encuentro frente a Círculo Deportivo.
Casualmente el elenco otamendino había sido el rival en su último partido como local en la cancha de Francia y Rodríguez Peña.
La cúpula dirigencial de Alvarado, con Pablo Mirón a la cabeza -sin la presencia de Facundo Moyano-, y Roberto Fernández, presidente de la Liga Marplatense de Fútbol, hicieron el simbólico corte de cinta. Y luego Julián Zibecchi y Juan Carlos Torres, autores de los goles de aquel Alvarado -Círculo de 1970, realizaron en el centro de la cancha el puntapié inicial, acompañados por Damián Luengo, Ezequiel Ceballos y Federico Almerares, los tres jugadores del actual plantel profesional.

La emoción de Mirón

“Era algo muy pensado. Pero ahora que llegó el momento me tiemblan las piernas y se me eriza la piel. Recuerdo muchos momentos que pasaron y, por lo general, no siempre fueron alegres. Es algo emocionante, hay gente de aquella época y también de la actual y a Alvarado lo hacemos entre todos. Eso es lo más lindo”, le aseguró el presidente Pablo Mirón a LA CAPITAL.
“Fue más sencillo de lo planeado porque con Facundo Moyano siempre quisimos esto. Entonces fuimos consiguiendo los recursos y haciendo una administración austera. La mayor inversión fue en la cancha principal y ahora tenemos que ir por los baños y el buffet. Fue un año y medio de mucho trabajo”, agregó.
Mirón hizo mucho hincapie en la importancia de la gestión de todas las dirigencias del club. “Todos somos responsables de esto que está pasando. No es solamente mérito nuestro. También de las dirigencias pasadas. Nadie quiso vender estas tierras y eso hubiese sido una solución ante las deudas. Nadie, por suerte, tomó esa decisión. Nosotros ahora queremos tener nuestros cimientos que empiezan por las divisiones inferiores y la villa”, puntualizó.
“Este es mi día más feliz dentro del mundo Alvarado. Me hace acordar a mi viejo. Mi mamá, por suerte, está en este acto y siempre hicimos cosas por el club. Los que lo amamos nos sentimos muy felices en este momento. Pero estoy convencido que habrá más días como este”, finalizó.