La competencia masculina por equipos del squash panamericano tendrá a Argentina en el podio, si bien todavía habrá posibilidad de seguir avanzando.

Este jueves, en el Centro de Deportes de Raqueta, el equipo “albiceleste” accedió a las semifinales -y aseguró, al menos, la medalla de bronce- tras vencer a México en cuartos de final, por 2-0.

En el primer turno, el rosarino Robertino Pezzota (hoy 165° del mundo), más vigente que nunca a los 40 años, venció en un partido electrizante y muy “picante” al mexicano Arturo Salazar (382°), por 7-11, 12-10, 11-9, 7-11 y 11-5), en 55 minutos.

Y a continuación, el marplatense Leandro Romiglio (40° en el ranking mundial de la PSA) le puso la frutilla al postre en la serie, al vencer al número uno mexicano, Leonel Cárdenas (27° del mundo), por 11-7, 6-11, 12-10 y 11-4. En las tribunas habían quedado flotando los “chispazos” del primer punto de la llave, y el encuentro ganado por Romiglio se extendió por una hora y 38 minutos.

El representante de Casal Squash estuvo 8-10 abajo en el tercer game, pero mostró juego y cabeza para encadenar una vigorosa reacción que le permitió dar vuelta el capítulo y, prácticamente, sentenciar el partido, porque Cárdenas disminuyó considerablemente su respuesta a partir de ese momento.

Este sábado, desde las 12.15, Argentina se jugará el pase a la final ante Perú, ante cuyos representantes se han registrado numerosos duelos durante estos Juegos Panamericanos.

El primer match será animado por el cordobés Jeremías Azaña (84°) y Alonso Escudero (sin ranking en la PSA); en el segundo estarán los dos mejores de cada país: Romiglio y Diego Elías (N° 2 del mundo); y en caso de ser necesario, en el tercero se medirán Pezzotta y Rafael Galvez (sin ranking PSA).

Las razones de una mejor cara

Con un semblante muy diferente al del día anterior, tras la derrota en el dobles ante los incaicos, Romiglio explicó las sensaciones del momento.

-Es indisimulable cómo te cambió la cara…
-Sí, le ganamos a un rival muy duro. Robertino (Pezzota) ganó un partidazo en el primer punto, y yo le pude ganar al número uno de México que juega realmente muy bien. Sabía que no era imposible. Tenía que estar muy enfocado porque él tiene un gran nivel. Por suerte pude mantener la calma y el enfoque para llevarme el partido. Estoy muy contento de haber podido darle el punto a Argentina y de haber clasificado a semifinales.

-Lo festejaron ruidosamente ¿Había alguna cuenta pendiente?
-Más que nada, con nosotros mismos. En individual me había quedado en cuartos, en dobles nos habíamos quedado en cuartos y estábamos medio bajoneados, porque estuvimos ahí y se nos escapó. Por suerte ahora se nos dio, nos sacamos un poco esa ansiedad. Tenemos una medalla pero queremos más.

-¿Cómo prepararon este cruce con México?
-Nos juntamos todos, jugadores y cuerpo técnico. Tuvimos una charla de motivación para levantar al equipo, y también nos dijimos que así era el deporte, que se podía dar o no, pero que no teníamos que guardarnos nada. Y dejamos todo lo que teníamos. Creo que tenemos un equipo muy bueno. Nos llevamos muy bien y eso hace que tiremos todos para el mismo lado.

-¿Cómo vivís los Juegos desde adentro?
-Es una experiencia increíble. En un evento así, estar rodeado de todos los atletas está buenísimo. Toda la gente es súper profesional, las instalaciones están diez puntos. Estamos disfrutando al máximo porque ya queda poquito. Vamos a intentar todo para poder jugar por la medalla de oro. El equipo está motivado.

-Otra vez les toca contra Perú...
-Vamos a ir por la revancha. Nos ha tocado con Perú toda la semana. Ojalá que esta vez sea para nosotros. Es el clásico de los clásicos. Afuera de la cancha somos muy amigos, pero adentro nos vamos a matar, en el buen sentido (risas).