El “Síndrome de Misery”
Cómo interactúan los argentinos en las redes con los autores de sus libros y programas favoritos.
El público argentino, con más de 25 millones de usuarios en Facebook y casi 12 millones en Twitter, dispone hoy de las redes sociales como herramienta virtual para elogiar, opinar o criticar el destino de un personaje u obra y ese comentario puede llegar directamente a su creador, lo cual resulta en una variedad de experiencias, según guionistas y escritores consultados por la agencia Télam.
“Una vez me escribió un grupo de personas para que muestre más a un determinado personaje en una serie, porque lo amaban. Pero en realidad la participación del personaje tiene sentido si lo necesita la historia y no porque lo piden los fanáticos”, explicó el guionista Ernesto Korovsky.
El autor de telenovelas como “Graduados” y “Educando a Nina”, señaló que las redes sociales no determinan la escritura de sus guiones: “Uno lo puede tomar como un muestreo de algo que llamó la atención en un episodio, o que gustó o no. Pero no como una medida definitiva”.
Sin embargo, hay casos en que los movimientos formados en redes sociales generan repercusión. Como ocurrió en mayo pasado, cuando un grupo numeroso de televidentes de Los Simpsons le solicitaron a Telefé que incluya nuevamente el programa en la grilla de los domingos, a través de campañas distribuidas por Facebook y Twitter.
Pero la cuestión trasciende a las series de televisión: “Las redes sociales me hacen reír, patalear, me cuentan cosas que, muchas veces, disparan nuevas historias”, resaltó el escritor Luis Mey, autor de “Los abandonados” y “Las garras del niño inútil”, entre otras obras.
“Si no puedo retroalimentar la escritura desde las redes, directamente le haría caso a esa voz que me dice, antes de escribir, no lo hagas”, subrayó Mey, quién calificó a las redes como “estéreo de sus propias voces”.
La cuestión de la cercanía entre el lector y autor la trató el crítico estadounidense, Devin Faraci, en un extenso artículo donde se preguntó “qué hubiera pasado si Annie Wilkes (la antagonista de la novela “Misery”, de Stephen King) hubiese tenido internet”.
Faraci enumeró allí algunos casos donde los fanáticos abordan con duras críticas a guionistas de series, y refirió el caso de Annie Wilkes como insignia en tiempos donde no existía Facebook o Twitter. Por eso, inventó el hashtag #BringBackMiseryChastainOrDie (Revive a Misery Chastain o Muere), como hipótesis de lo que hubiese hecho Wilkes si hubiera tenido internet (en lugar de secuestrar al escritor).
El citado es un caso extremo correspondiente al conjunto de lo que en la jerga virtual se denomina “trol”, definido como la persona que publica en foros o redes sociales mensajes provocadores con la intención de molestar o generar una respuesta emocional negativa en los usuarios.
Sin embargo, “en las críticas o comentarios más brutos o violentos, se esconde una propuesta: la oportunidad de seguir puliendo el estilo o, por qué no, robar el tono narrativo del violento y escribir algo al respecto”, indicó Luis Mey sobre algunas experiencias.
Otra de las aristas entre la interacción virtual tiene que ver con la empatía que se crea entre el público y los personajes: “Lo que nos pasó con ‘Viudas e Hijos del Rock and Roll’ -contó Korovsky- es que hubo un espectador de la serie que, en forma de homenaje, creó una cuenta en Twitter de Inés Murray Tedín Puch de Arostegui”, personaje protagonista de la telenovela, caracterizado por Verónica Llinás.
“La cuenta alcanzó muchos seguidores e incluso es retuiteada por la misma Verónica”, amplió el guionista.
Además citó otro ejemplo del programa “Graduados”: “Cuando el personaje de Nancy Dupláa le reveló al personaje de Luciano Cáceres que no era el padre de su hijo, hubo una chica que tuiteó que en todo su edificio se escuchó al unísono el grito de ‘¡No!'”, y eso me pareció fantástico”.