Desde Mar del Plata, Pistilo Records festeja: cumple un cuarto de siglo en la música alternativa
"El rock alternativo de Mar de Plata está en el mapa de lo que pasa a nivel nacional", dijo Isaac Saad, una de las cabezas de Pistilo Records. La música postpandémica, las nuevas bandas y el invierno marplatense.
Isaac Saad, de Pistilo Records.
“Hazlo tú mismo”, el viejo lema de los punks no deja de actualizarse. En los ’90, muchas bandas de rock que no encontraban su espacio en los sellos discográficos convencionales armaron su propia movida. Ahí estaba Pistilo Records, un sello marplatense que cumple 25 años y que editó, en su recorrido, cien discos de bandas o solistas de Mar del Plata y de diferentes puntos del país.
“Hoy muchas bandas se acercan porque les gusta el catálogo, se sienten identificadas”
“Vamos a tirar la casa por la ventana”, anticipó Isaac Saad, director del sello sobre la celebración. Lo harán en la segunda mitad del año, para festejar la vitalidad de un espacio que sigue con la tarea de cobijar, avivar y contener a la música indie (también llamada alternativa). Y en ese camino de difusión, el sello teje una capa más de identidad marplatense, acaso una estética propia: la ciudad del invierno, sus sonidos, su ambiente.
Mafalda Barberis, gestora del sello.
“Empezamos a grabarnos por nuestra cuenta, no esperamos que veniera otro a ofrecerlo, empezamos a editar nuestros propios cassettes primero, después ya con los cds y pudimos imprimir las portadas del cd. Desarrollamos una cierta técnica como para distribuir ese material y hacerlo conocido, después armamos las páginas web, era la época del cambio analógico a digital. También hacíamos afiches y los pegábamos en distintos lugares. Encontramos una manera de difundirnos y de editar nuestra propia música“, recordó Saad, quien es músico e integra la banda Los negros. Los comienzos de Pistilo fueron a fines de los ´90 y principios del 2000.
Cambios radicales en la tecnología y crisis mediante forjó el temple del sello y de sus coordinadores -entre los que encuentra la música Mafalda Barberis-. “La fórmula fue atravesar con resiliencia esos cambios, hoy la función del sello dista bastante de lo que fue al comienzo”, comentó.
La producción del sello.
En la actualidad, observó que “los músicos no necesitan de alguien que les grabe ni que les publique la obra, porque existen herramientas para hacerlo de manera muy sencilla en su casa, pero el sello cumple un rol también importante: pudimos desarrollar un estudio mejor donde se pueden encontrar a ensayar, a grabar, a charlar ideas y compartir música”.
Bandas locales nuevas como Kimera o Neimbaum -ambas con integrantes que no superan los 20 años y nacidas tras la pandemia-, Cecilia y las conspiraciones, Monte Hermoso, Nuk Ronson, Estación Sur y Las Carreteras son algunas de las que actualmente tienen su música compilada en Pistilo y que lanzaron o lanzarán nueva obra (se puede conocer en www.pistilorecords.com).
“Desde la curaduría del sello se va formando, de alguna manera, una estética determinada. Poder editar con el sello implica también tener la fuerza de esa estética. Hoy muchas bandas se acercan porque les gusta el catálogo, se sienten identificadas. Algunas bandas necesitan una masterización, otra quieren estar en Spotify o tocar en festivales, cada banda requiere algo. Y el sello hace lo que puede para que se produzca la trascendencia de las bandas. Varió el rol pero seguimos tan entusiasmados como antes en lo que podemos ofrecer y en lo que nos dan las banda a nosotros”, agregó.
-¿Qué clase de Mar del Plata es la que se ve representada en la música de las bandas locales del sello?
-La estación invernal es un poco la que identifica a la estética de Pistilo, hay una especie de melancolía, esa cosa más tranquila y también un poco de desolación. Creo que es una ciudad muy musical, hemos incursionado en estilos de música que tienen que ver con efectos de sonido o cambios climáticos, que tienen que ver con la presencia del mar. No necesariamente remiten a la ciudad, pero creo que hay un punto en común cuando uno escucha a otras bandas, hay notas comunes de la ciudad. Nos identifica la ciudad sin los turistas.
-¿Cómo influyó la pandemia en la aparición de bandas muy jóvenes?
-Me parece que fue un crecimiento de golpe para los chicos que rondan los 20, vieron cómo cambiaba todo y tuvieron el tiempo para entenderlo. Veo una madurez bastante grande en estos chicos, por lo menos en lo musical. Tuvieron tal vez ese tiempo medio parado de la pandemia como para poder profundizar. Aparecieron muchas más bandas durante la pandemia y en la etapa posterior con mucha más música que se está editando. Aparece otra profundidad, otro compromiso, en ese sentido es esperanzador lo que dejó la pandemia. No es usual encontrar bandas de chicos de 20 que tengan ideas tan claras.
-¿Se puede pensar en un movimiento de música postpandémica marplantese?
-En Mar del Plata explotó el movimiento de rock alternativo postpandémico. Empezó a reconocerse que había un verdadero movimiento de rock alternativo con muchas bandas haciendo cosas con un par de sellos, con mucho público también que se privó en la pandemia de ver bandas y cuando vinieron los recitales acudió con todo a escuchar. Eso fue muy positivo. Hay una movida que es reconocida a nivel nacional. Lo que se edita acá es reconocido y levantado por medios nacionales. Está bueno que acá también se difundan y nosotros mismos los valoremos. El rock alternativo de Mar de Plata está en el mapa de lo que pasa a nivel nacional y eso es por la pandemia. Antes no pasaba.