LONDRES, Inglaterra.- El Gobierno británico de Boris Johnson abandonó este martes el plan para el retorno antes de las vacaciones de verano de todos los alumnos de los colegios de primaria en Inglaterra, cerrados en marzo por la pandemia de la COVID-19.

Después de las inquietudes manifestadas por las agrupaciones docentes sobre las dificultades para cumplir las medidas de seguridad a fin de evitar el contagio, el ministro de Educación, Gavin Williamson, reconoció en el Parlamento que no esperaba la apertura de las aulas hasta septiembre.

“Vamos a trabajar para que todos los niños vuelvan a la escuela en septiembre”, dijo Williamson, después de que el Ejecutivo planease inicialmente el retorno escalonado de los menores.

La semana pasada, los niños más pequeños, de entre 4 y 6 años, y los de 10 años, volvieron a clase en Inglaterra, como parte de la desescalada, pero los menores en las demás regiones británicas -Escocia, Irlanda del Norte y Gales- no lo harán de momento.

El Gobierno quería que todos los estudiantes pudieran volver al colegio semanas antes del comienzo del receso escolar a finales de julio, después de que las cifras oficiales indicasen un descenso del nivel de contagio del coronavirus en el Reino Unido.

Sin embargo, en su declaración parlamentaria, Williamson reconoció que la seguridad de los niños y del personal docente es la “prioridad” del Ejecutivo e insistió en que las autoridades británicas se guiarán por el “mejor asesoramiento científico”.

El Gobierno ha optado, entonces, por dar “flexibilidad” a las escuelas para que decidan si admiten o no a más alumnos pero no será obligatoria la apertura de las aulas antes de las vacaciones.

En Inglaterra, muchos padres optaron por no llevar a sus hijos al colegio por temor al contagio.

Los docentes y directores de escuelas habían denunciado las dificultades para mantener la distancia social recomendada -de un mínimo de dos metros- entre los alumnos y tener clases más reducidas, por razones de espacio y personal.

Los últimos datos oficiales indican que el Reino Unido registró ayer 55 nuevas muertes por COVID-19, la cifra más baja desde que se impuso el confinamiento el pasado 23 de marzo, lo que eleva el total de fallecidos por coronavirus hasta los 40.597.

EFE.