El proyecto de reserva natural entre Mar del Sud y Centinela está frenado
Especialistas siguen reclamando la necesidad de proteger la zona especialmente de los excesos humanos que atentan contra la fauna e importantes recursos arqueológicos y paleontológicos.
MIRAMAR (Corresponsal).- Hace más de un año que no hay avances en el proyecto para la declaración de Reserva Natural a una importante porción del territorio costero de General Alvarado, un tema por demás trascendente debido al accionar humano que no mide las consecuencias.
En 2008 el Concejo Deliberante promulgó la ordenanza municipal 203/08 que declaró a los acantilados de Centinela del Mar como “Sitio de Interés Geológico y Paleontológico” aunque recién en 2012 se comenzó a pensar seriamente en un espacio de protección arqueológica, paleontológica en dunas, acantilados y restinga, anexando 15 kilómetros de costa loberense hasta el arroyo “El Moro”.
La realidad actual marca que el trámite está frenado y que lo presentado en su oportunidad por parte de la Dirección de Gestión Ambiental del municipio ante el gobierno provincial quedó en archivo. “Hubo un error de la directora anterior de esa área y no prosperó. Ahora estamos viendo la posibilidad de una acción conjunta con otras instituciones interesadas para ver si podemos comenzar los pasos nuevamente”, informó una fuente con conocimiento del tema a LA CAPITAL.
“De todas maneras la iniciativa también había entrado por el OPDS, pero debido a cuestiones políticas quedó cancelada a pesar que el director de Áreas Protegidas había dicho que el lugar era apto. Hoy está todo parado, aunque existen otros organismos que quieren reactivar el proyecto además del municipio”, agregó.
Por otra parte, desde la Asociación Civil Pampa Patagonia, expresaron ante este medio su malestar por la indefinición de la situación. “El expediente está cajoneado, igualmente nosotros vamos a continuar con distintas acciones a partir de primavera. La idea es comenzar con limpieza de playas, organizar patrullas ad honorem para vigilar el lugar y charlas sobre grupos originarios que habitaron esa región”.
Ardua investigación
Unos 13 años de investigación en la zona costera de General Alvarado y Lobería le permitieron al paleontólogo, Marcos Cenizo pensar seriamente en la necesidad de un proyecto de Reserva Natural que integre ambos distritos.
En ese contexto, desarrolló charlas de capacitación donde dieron a conocer, junto al museólogo Daniel Boh, y Carlos Canelo, titular de la Asociación Civil Pampa – Patagonia, los trabajos realizados y la justificación de esta postura que proteja un territorio de enorme patrimonio arqueológico, paleontológico y natural, principalmente de la acción discriminada de la raza humana que sigue sin medir el mal de alterar el medioambiente.
La idea abarca al Estado a través del Organismo Provincial de Desarrollo Sostenible (OPDS) para delimitar la zona, pero a su vez la intención es sumar los propietarios de tierras linderas cerca del mar mediante una iniciativa público – privada para ampliar el espacio y que estos a su vez puedan recibir importantes exenciones impositivas.
Cenizo comenzó sus expediciones en 2001 junto a otros especialistas y el rastreo de material perduró hasta 2005.
Dos años después una polémica y discutible acción del gobierno de General Alvarado que decidió junto a la Provincia colocar bloques de cuarcita para disminuir la erosión marítima, anuló el 60% de las posibilidades de exploración en el valioso sitio Punta Hermengo.
“Teníamos subsidios de Conicet para trabajar allí, realmente fue un grave error ya que además es dudosa la eficacia de esa protección costera”, dijo el experimentado paleontólogo en una de sus visitas a Miramar.
Amenazas y la fauna
Entre las principales amenazas que rodean al ecosistema costero, se encuentra la forestación de dunas donde se reemplazaron los pastizales originarios por plantas exóticas, como pinos y eucaliptos.
“Las dunas necesitan moverse y más allá del paso no regulado de vehículos 4×4 que causan enormes daños, notamos que no hay planificación territorial aunque parece que algunos municipios comenzaron a tomar conciencia de eso”, sostienen los especialistas.
Los límites estipulados en el proyecto mencionado contemplan además 6 arroyos que fueron estudiados y arrojaron la presencia de especies únicas de peces, situación que no tuvo monitoreo ni protección del Estado. Esto fue dado a conocer a LA CAPITAL también por el propio Cenizo hace más de un año atrás.
Otro de los distintos estudios elaborados determinó que la zona alberga una diversidad paleo fáunica de las más importantes en América del Sur, por sus 58 especies de mamíferos, 8 de peces, 34 de aves, 8 de reptiles y 5 de anfibios.
También se exploraron diversas cuevas milenarias cavadas por perezosos las cuales en casos llegaron a los 2,5 metros de ancho y hasta permanecen las marcas de garras en su interior.
Enterratorio humano
Del lado de Lobería, se encuentra el Túmulo de Malacara descubierto junto al arroyo del mismo nombre en 1913. Se trata de uno de los más singulares enterratorios de la provincia de Buenos Aires con una antigüedad de 2500 años. Esta particular estructura funeraria incluía 13 cuerpos asociados a distintos artefactos y ofrendas mortuorias.
Por todo esto, se entiende que la creación de una reserva jerarquiza el servicio que se le pueda brindar al turista en ambas comunas.
“Ya se hizo el relevamiento catastral y de la autoridad del agua para delimitar la zona, por nuestra parte seguiremos con distintas acciones de limpieza y difusión a través de redes sociales proyectando una Ley de Dunas que regule su uso sustentable”, aseguraron quienes encabezan este trascedente objetivo.