Se realizó este jueves la primera reunión informativa rumbo a la tercera edición de LoveRun, la correcaminata solidaria instaurada en el calendario por la ONG Palestra, y que se lleva a cabo cada 31 de diciembre.

En esta oportunidad, retornará el formato presencial con largada y llegada en el mismo lugar, tras la edición 2020, en la que hubo que reinventarse y adaptar un formato con grupos familiares cumpliendo sus propios recorridos. Avatares de la pandemia que poco a poco parecer ir quedando atrás, lo que permite retomar cierta normalidad.

La reunión, que convocó a integrantes de la organización, funcionarios municipales y representantes de las empresas que hacen posible LoveRun con sus aportes y acciones de RSE (Responsabilidad Social Empresaria), se desarrolló en Adorado del Paseo Aldrey, que cedió gentilmente sus instalaciones para la presentación.

La correcaminata no competitiva es coordinada por la profesora Lila Pintos y se largará a las 8 del último día del año, sobre el Corredor Saludable, una forma simbólica de despedir el calendario que finaliza, y darle la bienvenida a un nuevo almanaque cargado de esperanzas e ilusiones.

Este año será posible realizar las inscripciones en forma virtual o presencial, y el valor base será de $ 300, que otorga el derecho a participar y a colocarse el número dorsal que permitirá también obtener premios a través de diferentes sorteos.

Habrá también donaciones de $ 900, que incluyen dorsal y remera, y de $ 1.200, con dorsal, remera y mochila.
Toda la recaudación será destinada a la finalización de la cocina comunitaria que se está construyendo en la sede de Palestra (Cerrito 1280), para permitir que mujeres que se encuentran en situación de extrema vulnerabilidad tras haber afrontado situaciones de violencia intrafamiliar puedan desarrollar sus emprendimientos (cocinar para después vender y generarse ingresos).

Palestra es una ONG presidida por Guillermina Graciano, que brinda contención y refugio a niños y jóvenes en situación de calle, ofreciendo residencia juvenil, hogar de niños y numerosas posibilidades de educación, aprendizaje, superación personal y reinserción social.

Una labor de enorme esfuerzo y dedicación diaria que sin dudas merece ser reconocida por la sociedad toda (ya recibió el premio Lobo de Mar a la ONG de mayor labor social), y que a partir del surgimiento de LoveRun, ha adquirido mayor visibilización.