El presidente del banco HSBC, Gabriel Martino, confió en la continuidad del “veranito” económico, al tiempo que advirtió que el tipo de cambio “no debería atrasarse mucho más respecto a la inflación, de acá para adelante”.

“La Argentina tiene las herramientas para que el veranito sea permanente”, sostuvo Martino en declaraciones formuladas a radio La Red.

El banquero evaluó que “hay una gran chance de controlar la inflación en el mediano plazo, aunque eso no significa que baje a un dígito de un día para el otro”.

Confió luego en que la economía pueda “empezar a arrancar” y que el país “pueda sentarse a discutir aquellas reglas que sí le permitan crecer y generar inversión sustentable y empleos de largo plazo”.

En esa línea, resaltó que “cuando empezamos a tomar los datos trimestre contra trimestre o mes contra mes, vemos que desde junio van a ser mejores que los de mayo, y los de julio mejores que los de junio”.

Martino anotó asimismo que “los salarios le empiezan a ganar a la inflación, por lo menos desde mayo”, por lo cual “la economía tiene que empezar a dar buenas noticias, aunque nada rimbombante”.

Según el banquero, el Plan Ahora 12 “incentiva un poco el consumo”, al igual que el de los autos, con lo cual “despacito y a medida que se vaya eliminando la incertidumbre política, tendremos trimestres mejores que los anteriores”.

Martino señaló además que el tipo de cambio “es una de las herramientas, pero no la más importante, para ganar competitividad”.

“Para insertarnos al mundo de manera inteligente, tratar de vender nuestros productos y generar dólares comerciales genuinos, necesitamos pensar en competitividad de manera genuina, y en primer lugar sobre el tema impositivo: bajar los impuestos y los gastos para poder hacerlo”, recomendó.

En el tema laboral, el titular del HSBC agregó que “necesitamos alguna reforma que permita tomar gente y no sea caro para las empresas, es decir, un cambio en las regulaciones en un país tan regulado por décadas”.

Martino afirmó por último que la Argentina necesita, en materia de infraestructura, invertir por lo menos 4 puntos del producto bruto, anualmente, en los próximos diez años, “para reducir costos”.