El policía acusado de haber matado a un recolector en un enfrentamiento en el “Playón Social” del basural declaró que se defendió de un ataque y seguirá detenido mientras avanza la investigación.

El sargento de la Policía Local de 30 años fue trasladado este sábado a la mañana a Tribunales y, acompañado de integrantes de la Asesoría letrada de la Policía Bonaerense, fue entrevistado por el fiscal Alejandro Pellegrinelli, quien le tomó declaración por el cargo de homicidio agravado.

Según informaron fuentes judiciales consultadas por LA CAPITAL, el policía brindó una extensa declaración en la que narró los acontecimientos, que incluyeron la pelea entre más de cincuenta recolectores por revisar la basura que descargó un camión y el robo de las armas de sus compañeros.

El policía aseguró ante el fiscal Pellegrinelli que se defendió de un ataque y que disparó para proteger su vida y la de sus compañeros de la policía.

De los cuatro policías que participaron, el sargento es el único imputado (y detenido), ya que los demás no dispararon en ningún momento. Esto queda evidenciado con las imágenes de un video que muestran el momento en que suceden los disparos.

Tras su declaración, el fiscal solicitó a la Justicia de Garantías que el policía continúe detenido mientras avanza en la investigación, en la cual adelantó que hay “mucha prueba aún por producir”.

Fuentes judiciales explicaron que se trata de una investigación compleja, en la que se debe analizar lo sucedido de manera objetiva y con criterio, ya que se trata de un enfrentamiento entre 50 o 60 personas, con cuchillos o facas que utilizan para abrir bolsas en su actividad de recolectores, contra solo cuatro policías.

El hecho, por el momento, está caratulado como homicidio agravado y la discusión se centrará en si, tal como dijo el policía en su declaración, se trató de un caso de legítima defensa o no.

La investigación

Al estar involucrado personal policial, se utiliza el protocolo de la ley 1390, con el que se aparta de la investigación a la policía y da lugar a que intervengan miembros del CATI (Cuerpo de Ayuda Técnica a la Instrucción) que controlan las labores de la Policía Científica.

También solicitó que la Asesoría Pericial se hiciera cargo de todas las acciones forenses, en especial la operación de autopsia a Márquez.

El hecho ocurrió el viernes pasadas las 15, por una pelea que se originó por una disputa de las tantas que hay en el predio cuando se aproximan los horarios de descarga.

Esa pelea cobró una mayor magnitud y los policías del destacamento intentaron intervenir. Algunos testigos (otros recolectores) señalaron que la policía efectuó algunos disparos al aire y eso alteró los ánimos.

Lo que siguió fue una suerte de revuelta contra los policías, algo que quedó reflejado en un video que circuló por las redes sociales. En esa secuencia se puede ver a Márquez blandiendo un fierro y atacando a los policías entre medio de dos automóviles estacionados. Junto a él otros recicladores también atacan a los policías.

No se descarta que Márquez haya actuado así después de saber que su hermano Fernando había sido baleado en una pierna. De cualquier modo, no está claro el orden del ataque a tiros y las motivaciones.

Lo que sí queda confirmado es que al menos una de las armas reglamentarias desapareció en ese frenesí y que eso reclamaba uno de los policías.

Horas después, el fiscal Pellegrinelli dispuso la aprehensión de uno de los policías y el secuestro de tres pistolas reglamentarias para ser cotejadas con los accidentes balísticos del lugar y con los plomos recuperados.