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Deportes 17 de septiembre de 2016

El peor momento de Aldosivi

por Vito Amalfitano

Tras goleada sufrida ante Gimnasia en La Plata en el primer campeonato de Aldosivi en la Primera División del fútbol argentino nos encontramos con el entrenador Fernando “Teté” Quiróz a la salida del vestuario y le preguntamos por lo que se venía, nada menos que el primer partido contra un grande, San Lorenzo. “Es lo mejor que nos puede pasar para recuperarnos”, me dijo en esa oportunidad. Y en efecto, Aldosivi le ganó ese encuentro al equipo de Boedo, que era campeón de América vigente, y desde allí enhebró la rehabilitación.

Ahora viene Lanús, el campeón. Y sería una oportunidad como aquella. Si Aldosivi fuera aquel. O algo parecido. El problema es que hoy la realidad es muy diferente. Y aunque en fútbol nada está dicho, no se avizora en este caso que el equipo de Mar del Plata cuente con material a disposición para revertir rapidamente este momento.

Entonces, más por el futuro próximo que por el propio presente, es el peor momento de Aldosivi desde que ascendió. No tanto por el único punto y las dos derrotas como local (que ya de por sí son preocupantes) sino más porque no se percibe que cuente con alternativas, con variantes, como para mejorar diametralmente el panorama.

Se percibe, en principio, un error de diagnóstico en el armado final del plantel. Por lo pronto, quedó corto en generación de juego, en jerarquía. Desde que perdió a Roger Martínez y Sand en un primer mercado de pases y sobretodo a Santiago Rosales en el segundo.

Y si se iba Lamberti, que aportaba corazón, garra, personalidad pero muchas veces interrumpía en lugar de recuperar (es decir, quitarle la pelota al rival para dársela a un compañero) al menos se esperaba que sus reemplazantes eventuales al menos no empeorarán esa falencia. Y si perdía a Martín Rivero (que tampoco dio todo lo que se esperaba) por lo menos Aldosivi necesitaba un volante con manejo parecido. Y la verdad es que hoy por hoy a los mediocampistas del equipo de Mar del Plata la pelota “les quema” y entonces muy rápido el rival queda de frente en tres cuartos, para transparentar ahí también todas sus falencias defensivas, las limitaciones de sus laterales, los problemas de sus centrales. Banfield, con poco, expuso todas esas dificultades.

Hoy por hoy el caudal de Aldosivi es el potencial desequilibrio de Medina y el gol que pueda aportar Penco. De hecho ayer llegó al tanto del empate por ellos y en la única jugada en la que el equipo de Quiróz hizo tres pases seguidos.
Por ahí, con lo que hay, el camino inevitable sea recrearse en un equipo más utilitario y seguro, que juegue de local como de visitante ante Unión y apostar a la presencia de aquellos dos atacantes. El desafío será que la pelota les llegue más de una sola vez por partido.