El papa Francisco y el patriarca ortodoxo ruso Kiril se encontraron en la sala presidencial del aeropuerto de La Habana y se dieron un abrazo, en el que es el primer encuentro de los líderes de las dos Iglesias tras el cisma del 1054.
“Finalmente”, dijo el papa Francisco cuando se encontró y abrazó con el patriarca ruso en la pequeña sala del aeropuerto en la que habían colocado las dos banderas del Vaticano y Rusia y un crucifijo.
Francisco llegaba desde Roma e hizo escala en la isla caribeña para poder encontrarse con Kiril, que se encuentra en Cuba para una visita a Latinoamérica.
“Ha sido un encuentro muy querido tanto por mí, (como) por mi hermano Cirilo (Kiril)”, aseguraba el papa a los periodistas que lo acompañan en el vuelo que lo llevará a Ciudad de México.
Sentados en unas sillas blancas y con los traductores al lado, Francisco y Kiril comenzaron a dialogar ante los fotógrafos y cámaras. Según se pudo escuchar en algunos momentos, ambos se llamaban “hermanos”.
También se pudo oír que el papa le dijo a Kiril que “era claro que (el encuentro) era la voluntad de Dios”, mientras que al patriarca ruso se le escuchó decir que “ahora las cosas eran más fáciles”.