“Estoy convencido de que vamos bien. Hace dos años recibimos un país sin energía, sin crédito, aislados del mundo, con el 32 por ciento de los argentinos en la pobreza y evitamos una crisis como la del 2001”, señaló el presidente de la Nación, Mauricio Macri, en una entrevista que le concedió al conductor Alejandro Fantino en la quinta de Olivos.

En un programa grabado, emitido por la señal América TV, el Presidente aseguró que el objetivo de su gestión “es recuperar la cultura del trabajo”, y que “el mundo felicita” a su equipo de gobierno por “el cambio que logró en estos dos años”.

“Nos critican porque no hicimos un diagnóstico correcto del desastre que recibimos, pero en verdad lo que preferimos fue poner las energías en trabajar para evitar una crisis. Mi mayor obsesión es reducir la pobreza”, apuntó Macri.

Con respecto al déficit fiscal, el primer mandatario estimó que para reducirlo “hay que lograr un consenso básico entre todos los sectores”.

“Si bajamos el déficit, el tema de la deuda se va estabilizar. Tenemos un Banco Central independiente y eso es muy importante. Necesitamos que todos respetemos lo que firmamos y digamos la verdad”, agregó Macri en relación a los acuerdos que el Poder Ejecutivo suscribió con los gobernadores de las provincias.

En relación a su reelección, Macri remarcó que si “los argentinos lo desean está listo para seguir en el cargo otros cuatro años más”, pero advirtió que “la política no puede usarse en beneficio propio”.

“Tenemos que terminar con los ñoquis y con los beneficios personales en el Estado. No puede ser que en Tucumán haya 80 empleados por legislador. La procuradora que renunció (Alejandra Gils Carbó) nombró a 1100 personas, es una locura”, deploró el mandatario.

Macri remarcó que no influye en el accionar de la justicia, pero observó que la aplicación de la figura de la prisión preventiva “es una cosa complicada”.

“No intervengo en las cuestiones de la justicia y si ahora hay gente del gobierno anterior que está siendo detenida es porque se acabó la impunidad, pero el tema de la prisión preventiva es una cuestión delicada. De todos modos, si hay un corrupto en nuestro gobierno seré el primero en denunciarlo”, aseveró.

En relación al pedido de desafuero que pesa sobre la senadora Cristina Fernández de Kirchner, acusada por encubrimiento agravado del atentado a la AMIA, Macri afirmó que esa será una cuestión que “deberá resolverse” en la cámara alta del Congreso.

En relación a las protestas y a los disturbios que se vivieron el lunes pasado en Plaza Congreso, el presidente reafirmó que pretende que “los argentinos se expresen”, pero quiere que “la justicia investigue quién estuvo detrás de la violencia”.

“Queremos que la justicia castigue a los violentos y que se proteja a la policía. Hay gente que aspira a que este Gobierno termine, pero tenemos una agenda de cambio y la queremos respetar. Nos iremos cuando nos toque, no antes”, advirtió.

Macri respaldó la gestión de su ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, al afirmar que está dando una “gran pelea” contra el narcotráfico y el delito organizado.

El Presidente se refirió además a la desaparición del submarino ARA San Juan, al reiterar que “acompaña el dolor de los familiares” de la tripulación, y que “se investigará si hubo errores o negligencias”.