Tal y como lo había prometido esta semana durante una entrevista con LA CAPITAL, el director de Tránsito de la comuna, Miguel Grassi Muñoz, viajó ayer a Capital Federal para gestionar ante la Agencia Nacional de Seguridad Vial la entrega de alcoholímetros y de otros elementos de trabajo necesarios para realizar operativos de control vehicular en la vía pública. Según informó el municipio, el funcionario acudió al organismo donde le fueron entregados “5 alcoholímetros, 9000 mil boquillas y 100 chalecos refractarios”.
Se supone que con la recuperación y obtención de todo ese material, el municipio podrá efectuar los operativos que, según había explicado el funcionario, su área no podía realizar debido a la falta de equipos para medir la presencia de alcohol en sangre entre los automovilistas ya que la mayoría de los dispositivos habían sido enviados a calibrar a Buenos Aires.
Esta semana Grassi Muñóz había justificado la escasa presencia de Tránsito en la vía pública por disponer de apenas “un solo alcoholímetro” responsabilizando por ello a la anterior gestión municipal.
Sin embargo, el funcionario también explicó que en realidad él mismo había ordenado que los equipos que estaban en poder de la comuna fueran enviados a Buenos Aires para que se los calibrara, el pasado 12 de diciembre.
Desde entonces, esos alcoholímetros -cedidos en comodato a la comuna por la Agencia- no habían sido restituidos. “Hace ya varias semanas que enviamos los alcoholímetros a Buenos Aires porque ya había llegado el momento de calibrarlos y todavía estamos esperando que nos los devuelvan. Son cosas que llevan tiempo, sobre todo en el Estado”, justificó.
Las consultas de la prensa hacia Grassi Muñoz acerca de la actuación de su dependencia surgieron luego del grave accidente ocurrido el martes en Cabo Corrientes, donde una turista tucumana sufrió la amputación de una pierna a causa de un choque causado por un vehículo que circulaba por la zona a las 7 de la mañana.
El episodio tuvo lugar justamente a 100 metros de Artistóbulo del Valle y la costa, donde hasta hace pocos meses la comuna solía realizar frecuentes operativos de prevención.
No obstante, en lo que va del verano esa clase de controles prácticamente no se llevaron a cabo debido -según argumentó el funcionario- a que su dependencia no contaba con alcoholímetros, cosa de la cual culpó con insistencia al anterior gobierno, por no haber encargado la calibración antes de su llegada al cargo.
Sumado a esto puso en duda la posibilidad de que la realización de esta clase de operativos tengan alguna efectividad.
“El operativo que se hacía en Alem y la costa no se hizo porque no había alcoholímetro. Igual, si se hubiera hecho, no sé si el accidente se hubiera evitado. Yo me pregunto si habría que hacerlo o no porque con el criterio de hacer controles donde hay accidentes o se cometen infracciones habría que tener un agente de Tránsito por cuadra”, comentó.
El martes el funcionario se comprometió a viajar a Buenos Aires para pedir que la Agencia le hiciera entrega de los alcoholímetros ya calibrados. “Voy a ir a pararme a la Agencia, al Ministerio del Interior o adonde sea para reclamar que me los den”, le había dicho a este medio.
Según informó el municipio, los responsables del organismo lo esperaron con los dispositivos ya listos para su entrega y para ponerlos en funcionamiento.
Sumado a esto, también se hizo saber que en las últimas hora se avanzó con gestiones para que la comuna reciba en días más otra tanta de dispositivos. “Es una gran noticia realmente. Las reuniones en Capital Federal y La Plata están siendo positivas porque hemos podido avanzar en muchas cuestiones de mi área. Poder confirmar 5 alcoholímetros nuevos, de última generación, nos permitirá llevar adelante operativos en diferentes lugares de Mar del Plata”, dijo el funcionario.
A pesar de haber reprochado la supuesta demora de dos meses por parte de la Agencia, Grassi Muñóz agradeció la “rápida gestión del Ministerio del Interior” porque, según dijo, “han puesto en agenda el pedido que habíamos iniciado y esto hay que remarcarlo”.