Quienes el lunes pasado escucharon las palabras del secretario de Economía y Hacienda de la comuna, Hernán Mourelle, difícilmente hubiesen imaginado que dos días más tarde la gestión del intendente Carlos Arroyo terminaría implorándole a la empresa Tecsan SA que continuara transitoriamente a cargo de la operación y el mantenimiento del centro de disposición final de residuos hasta tanto pueda resolver de qué manera concederle esa misma tarea al Ceamse por un plazo más prolongado.

Ante los concejales que integran las comisiones de Legislación y Medio Ambiente, el funcionario lanzó fuertes críticas contra Tecsan SA y tiñó de sospechas su relación con los sindicatos que representan a sus operarios.
En su opinión, la compañía y los gremios mantienen una vinculación algo extraña y singular, a la cual caracterizó como un obstáculo para que a principios de este año el municipio pudiera resolver la contratación de una eventual nueva prestataria del servicio.

En esa misma intervención Mourelle dedicó varios párrafos a acusar a los sindicatos vinculados al manejo de los residuos, denunciando a la Uocra de haber “rociado con gasoil y prendido fuego la basura”.

Los concejales que lo escucharon llegaron a la conclusión de que la relación entre la Municipalidad y Tecsan SA se encontraba irremediablemente disuelta.

Por eso después de que Mourelle le achacara a la empresa haber emitido facturas “con sobreprecios del 100% y 200%” todo indicaba que por mera coherencia en la horas subsiguientes la gestión del intendente Arroyo haría cualquier cosa, menos volver a contratarla.

Solución para la coyuntura

Con una crisis ya estallada en sus propias manos, este jueves el Ejecutivo envió a sus representantes al Ministerio de Trabajo. Ante los gremios los funcionarios reconocieron que el gobierno no contaba con ninguna alternativa para sustituir Tecsan SA cuando, llegado el 1 de marzo, ya debería estar resuelto quién seguiría recibiendo, disponiendo y tratando la basura.

El acta firmada durante esa audiencia, revela que tal como lo informó días atrás LA CAPITAL, la opción más firme consiste en concederle ese trabajo al Ceamse, una empresa pública dedicada a operar los rellenos sanitarios de Capital Federal y el Gran Buenos Aires.

El Ceamse apareció en escena a comienzos de este año, luego de que sus técnicos visitaran el predio junto a funcionarios del Organismo Provincial de Desarrollo Sustentable (OPDS) y constataran el preocupante estado de deterioro de sus instalaciones. Todo ello producto de la falta de inversiones y de los desmanejos cometidos durante la gestión del intendente Carlos Arroyo, que provocaron una situación que bordea el colapso.

En el informe de la última inspección realizada en el predio el 8 de enero, el OPDS no sólo describió las graves deficiencias detectadas en el lugar.

También reprochó que pese a habérselo solicitado en dos ocasiones -una vez en noviembre y otra en enero- el intendente Carlos Arroyo nunca presentó un plan mediante el cual pudiera explicar cómo superar la actual situación de emergencia. Por eso el organismo destacó la decisión de la Provincia de “intervenir” en el tema. Y además dio una serie de recomendaciones para revertir el deterioro del predio, aclarando que las mismas deberían ser “materializadas a través de la administración del Ceamse y el control y la fiscalización del OPDS”.

Ya cuando a mediados de enero la Provincia emitió ese documento la comuna contaba con una hoja de ruta que, aunque ajena, planteaba algunas pautas para actuar.

Podría interpretarse que el informe señaló que frente a la inoperancia del municipio, la gestión del predio de residuos debería pasar a manos de los organismos provinciales, hasta tanto se pueda revertir una crisis que el gobierno no acierta a manejar.

Por eso no es casual que dentro del documento del OPDS fuera citada la Ley 13.592, que establece que ante los incumplimientos cometidos por los municipios en materia de gestión integral de los residuos, “la autoridad ambiental podrá determinar y establecer el programa de gestión integral de residuos sólidos urbanos que corresponda aplicar”.

Críticas con un resultado paradójico

En este contexto, a la gestión de Arroyo le cabía dedicar los últimos días enero y todo el mes de febrero a generar las condiciones para que, llegado el 1 de marzo, se pudiera garantizar la continuidad del servicio de operación y mantenimiento.

Pero en el medio el gobierno ensayó otras alternativas.

En algún momento, en contra del consejo de propios y extraños, el intendente analizó seriamente avanzar con una municipalización.

También hubo contactos con empresas locales y nacionales, que presentaron presupuestos algo más reducidos que el de 12,5 millones de pesos mensuales propuesto por el Ceamse, pero a cambio de realizar tareas mucho menos ambiciosas que las “recomendadas” por la autoridad ambiental, que no sólo señaló la necesidad de garantizar la operación del predio, sino también la de ejecutar obras millonarias para cumplir con su postergada ampliación y para revertir el deterioro de sus instalaciones y equipos.

La semana pasada, el intendente Arroyo decidió salir al cruce del informe de la OPDS, el cual dejaba a su gobierno bastante mal parado. Y en una conferencia de prensa criticó al organismo.

En tanto que el lunes, ante los concejales de dos comisiones, Mourelle se concentró en tratar de explicar que, disconforme con la deuda contraída por la comuna y en desacuerdo con los montos de los pagos que venía recibiendo, Tecsan SA anunció que no seguirá prestando el servicio.

Acusó a la empresa de no haber hecho algunas obras previstas y de haber realizado otras “sin autorización” del municipio “y pasando las facturas con sobreprecios del 100% y 200%”.

Mourelle contó que para anunciar el rechazo de una nueva prórroga del contrato, la empresa “después de todos los lamentos y quejas” escritos en una nota ofreció “seguir con la operación si en vez de los 6,5 millones de pesos que venía cobrando le pagamos 9 millones”, cosa que el municipio rechazó hacer con su propio presupuesto.

Por todo esto resultó paradójico que el miércoles después de las furibundas críticas lanzadas por el Secretario de Economía, el municipio le pidiera a Tecsan SA que siguiera operando el predio durante 9 días más.

Tan paradójico como que en ese mismo acto los funcionarios municipales, después de que el intendente arremetiera contra el OPDS, dijeran que su único plan consiste en cumplir con lo que dictó el OPDS, concediéndole la operación del centro de disposición final del residuos al Ceamse.