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La Ciudad 16 de enero de 2022

El mensaje que mandó Raverta a todos los sectores del peronismo

Mediante emisarios o en reuniones reservadas, la titular de la Anses los anotició de su predisposición a competir en las PASO en 2023. Incluyó a extrapartidarios. Busca robustecer la oposición a Montenegro. La elección del PJ local, una señal.

El gobernador Axel Kicillof con Fernanda Raverta y los concejales del Frente de Todos, el domingo pasado, al confirmar que la Provincia llevará adelante la circunvalación.

Por Ramiro Melucci

Hay dos modelos. El oficialista, que encabeza Guillermo Montenegro, y el opositor, que lidera Fernanda Raverta. El que se reconozca parte de la trinchera opositora debe tener presente dos datos. El primero es que la titular de la Anses mantiene su anhelo de gobernar Mar del Plata. El segundo es que, en 2023, a diferencia de las dos elecciones anteriores, las diferencias internas irresolubles se podrán dirimir en las PASO.

Por intermedio de emisarios, conversaciones telefónicas o reuniones secretas, la referente del Frente de Todos local ya hizo circular ese mensaje entre quienes más le reprochan las últimas estrategias electorales o pueden tener intenciones de postularse a intendente. Le llegó al director del Correo Argentino en Mar del Plata, Rodolfo Manino Iriart, que intentó desafiar el armado de Raverta en las últimas legislativas; a Facundo Moyano, el ex diputado que preside Alvarado y es crítico de La Cámpora; a Ariel Ciano, edil del Frente Renovador insertado en el andamiaje del Frente de Todos local, y también a Gustavo Pulti, el líder de Acción Marplatense que constató en carne propia que la vía intermedia puede conducirlo al ocaso de su partido vecinal.

El mensaje también fue emitido hacia arriba. Lo conocen el presidente Alberto Fernández –el primero en reclamar que haya PASO en 2023 tras la derrota electoral– y el gobernador Axel Kicillof. Lo mismo que el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa.

Lo que ha comunicado Raverta representa una modificación en el escenario opositor. El objetivo es aglutinar a todos los sectores del peronismo y afines que pretendan un cambio de signo político en la conducción del municipio. Eso podrá lograrse a través de dos vías: la del acuerdo o la de las PASO.

Raverta pretende así sacudirse las acusaciones de sectarismo que, antes o después de cada elección, recaen sobre ella. La zaga la inició Pulti en 2019, la acentuó Horacio Tettamanti en ese mismo proceso electoral y la profundizó Manino Iriart el año pasado.

La promesa de una PASO en 2023 cancelaría esas críticas, otorgaría mayores chances electorales ante un rival de fuste como Montenegro y, en última instancia, obturaría reproches en caso de que las urnas vuelvan a castigar al peronismo.

Entre los que suelen ensayar cuestionamientos internos creen que la primera señal de apertura debería asomar en las elecciones del PJ. Piden que se asegure la “democracia partidaria” y “no suceda lo mismo que con Máximo Kirchner” en el PJ bonaerense. En la conducción del Frente de Todos empiezan a dar esas garantías: hablan de la elección del Partido Justicialista local con dos listas. Una impulsada por Raverta y otra avalada por Manino Iriart.

Cerca de la titular de la Anses mencionan como candidato a Eduardo Cóppola, secretario general de Luz y Fuerza; del otro lado reservaron número y color para la lista del último presidente, Juan Manuel Rapacioli. De confirmarse este escenario (las listas cierran el 17 de febrero y las elecciones son el 27 de marzo) se reeditarían los nombres de la puja de 2017, con claras variantes en los respaldos políticos: en aquel entonces a Rapacioli lo apoyó Raverta y a Cóppola, el ex embajador en Venezuela, Carlos Cheppi.

 

Lo que ha comunicado Raverta representa una modificación en el escenario opositor. El objetivo es aglutinar a todos los sectores del peronismo y afines que pretendan un cambio de signo político en la conducción del municipio.

 

Con ese cortinado de fondo, Raverta recibió un espaldarazo de Kicillof el fin de semana pasado. El gobernador la ubicó con exclusividad en el centro del anuncio de la millonaria obra de circunvalación. Marginó al intendente y, en cambio, otorgó una foto de familia al bloque de concejales del Frente de Todos. Si la visita anterior había dado lugar a otras lecturas políticas enmarcadas en las negociaciones por el presupuesto bonaerense, esta vez el mandatario provincial exhibió con claridad sus intenciones.

A la luz de estos movimientos, la reciente conformación de las comisiones internas del Concejo Deliberante admite dos lecturas. La que se hace sobre la base de lo que ocurrió en los dos primeros años de Montenegro y la que se formula a partir de lo que puede suceder en la oposición vernácula. A la primera abonan los concejales oficialistas, que promovieron la integración de comisiones claves (como Legislación y Hacienda) con una mayoría que solo puede lograrse con el voto de Acción Marplatense.

La segunda la efectúan los ediles de Raverta. “Hay mayoría opositora en las principales comisiones”, celebró la semana pasada una de las mujeres fuertes del bloque, y no dejaba de mostrar como un rasgo del nuevo Concejo los 13 votos que pusieron en aprietos la designación de Marina Sánchez Herrero. El tono de sus palabras reflejaba cierta expectativa en cómo los nuevos vientos políticos pueden llevar su brisa al cuerpo deliberativo.

 

La conformación de las comisiones internas del Concejo admite dos lecturas. La que se hace sobre la base de lo que ocurrió en los dos primeros años de Montenegro y la que se formula a partir de lo que puede suceder en la oposición vernácula.

 

Estas fluctuaciones en el mundillo opositor coinciden con un momento en el que Montenegro, pieza importante de Juntos por el Cambio en el rompecabezas de la provincia de Buenos Aires, toma distancia del Gobierno. No es una decisión aislada. Su desafío a la exploración petrolera a 300 kilómetros de las costas de Mar del Plata encaja en los movimientos de Horacio Rodríguez Larreta en el ámbito nacional. Pudo presentar el amparo judicial a nombre de la Municipalidad, pero lo hizo con el suyo. Síntoma elocuente de la intención de remarcar las discrepancias y de que la oposición a esa medida le otorga réditos políticos.

Carlos Bianco, su ex “amigo” de whatsapp, lo cruzó por haber adoptado esa posición. Meramente política, la consideró. El jefe de los asesores del gobernador recorre la provincia para decir que Kicillof buscará la reelección. Pero aclara que la candidatura debe decidirla el Frente de Todos, tal vez en unas PASO. En Mar del Plata y la provincia resuenan las palabras de Alberto Fernández en el acto del Día del Militante posterior a la derrota electoral. “Mi mayor aspiración es que, en 2023, desde el último concejal hasta el presidente de la República lo elijan primero los compañeros del Frente de Todos”. Al parecer, el kirchnerismo se ha propuesto este verano mostrar que va a cumplirle ese deseo.