Martín Palermo es uno de los máximos goleadores que tuvo el fútbol argentino en su historia. Por lo pronto, con 236 tantos convertidos es el jugador que más hizo con la camiseta de Boca. Pero antes de ser ese temible goleador, un marplatense era la prioridad de un entrenador por sobre el mismísimo Palermo.

Fue durante su etapa en las inferiores de Estudiantes de La Plata, donde Martín compartía la categoría 1973 con el marplatense Leonardo Serfaty. Allí Leo era el gran goleador de las juveniles del “Pincha” y Palermo corría desde atrás en la consideración del técnico.

En realidad, aclara el propio Serfaty, “jugamos juntos casi siempre. Es verdad que yo hacía muchos goles pero compartíamos equipo. Recién cuando llegamos a reserva yo quedó un poco adelante en la preferencia del entrenador y por ahí Martín un poco más relegado”.

“Era un equipazo esa categoría 73. Fuimos campeones de novena a quinta y en reserva también. Sólo se nos escapó el de cuarta porque ahí los equipos se desarman. De hecho yo jugué poco y nada en cuarta porque ya de quinta muchos pegan el salto a reserva”.

Serfaty fue el goleador del torneo en novena, octava y quinta división.

Pero un manejo poco claro de los dirigentes de aquel entonces terminó con el enorme goleador marplatense libre.

Por esas cuestiones que tiene el fútbol y la vida en general, Palermo terminó siendo el goleador en la primera de Estudiantes de La Plata y desde allí forjó una carrera sensacional.

A Serfaty el fútbol le deparó otros caminos. Tras no poder asentarse allí en primera división, volvió a Mar del Plata para ser la figura de Banfield en el Torneo Argentino B. Leo se construyó un nombre en la ciudad y la zona a fuerza de goles. Fue, para quien esto escribe, uno de los mejores centrodelanteros que tuvo la ciudad en los últimos 20 años. Por su capacidad para el gol pero también por su inteligencia para jugar de espaldas al arco, para pivotear y ubicarse rápidamente en el área, presto para definir la acción. Pasó por Aldosivi, Alvarado, Unión, Racing de Olavarría. Con Banfield, en el torneo local marcó un hito al convertir 32 goles en una temporada (2001) de la Liga Marplatense, récord absoluto en más de 100 años de los campeonatos ligueros.

Algunos integrantes de la categoría 73 de Estudiantes se reencontraron en Mar del Plata un par de semanas atrás para jugar un torneo de veteranos  Serfaty y Palermo volvieron a compartir equipo.

“Leo fue mi compañero en todas las inferiores de Estudiantes. Serfaty era el goleador y yo también hacía goles. Eramos los dos 9 pero sabíamos complementarnos dentro de la cancha y hoy que me toca estar acá en Mar del Plata estamos en contacto. Estuvo hoy en el entrenamiento, un rato acá”, cuenta Palermo sobre aquellos años de adolescencia y goles compartidos.

Consultado por LA CAPITAL si existía la posibilidad de sumarlo al cuerpo técnico de Aldosivi Palermo descartó esa chance más allá de la relación de amistad.

“No, no, hoy por hoy está el grupo de trabajo armado. Pero Leo es un amigo con el que, teniéndolo cerca, seguramente volveremos a compartir muchas cosas”.

Por lo pronto, este medio presenció el desafío que Palermo lanzó al dirigente José Marcelo Moscuzza para un partido entre el cuerpo técnico y la dirigencia, para el que prometió sumar a Leonardo Serfaty y a Darío Fraga (otro categoría 73 de Estudiantes que está radicado en Mar del Plata) al “amistoso”. Con Palermo y Serfaty en cancha los directivos tendrían que ir asegurándose la presencia de un gran arquero.