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Cultura 6 de agosto de 2018

El Maicas que yo conocí

No se fue un humorista genial, un guionista afilado, sino que se fue un tipo necesario. Como jefe de redacción era muy claro en lo que quería, pero no escatimaba elogios.

Eduardo Maicas.

por Juan Carlos Quattordio

Comentaba en mi Facebook que no se fue un humorista genial, un guionista afilado, sino que se fue un tipo necesario. Me refiero a Eduardo Maicas, quien falleció la semana pasada. Este gran talento de redacciones y radios, siempre te recibía con humor, chanzas, amabilidad, y te despedía con consejos o conectándote con otros profesionales y tirándote laburo. Yo lo frecuentaba en Sex Humor, y como jefe de redacción era muy claro en lo que quería, pero no escatimaba elogios, cosa que necesitamos los dibujantes.

Nunca olvidaré como éste servidor en 1999 fue a la editorial de la breve revista La Murga para ofrecer un proyecto para una revista de terror, y tras encontrarme con él en el hall e intercambiar opiniones sobre la revista que no encontraba el rumbo, Eduardo, loca y generosamente, me incluye en la reunión que él tenía para ser subdirector ¡y terminó nombrado como secretario de redacción a los cuarenta y cinco minutos de el encuentro! Laburé tres meses allí, no había plata, todo era caótico, salvo Eduardo y un puñado de creativos que remaba en La Nave de Los Locos.

Luego nos cruzamos varias veces, estuvimos diez años sin vernos, hasta el año pasado en que se apareció de la nada en la presentación que hicimos con Juan Sasturain de Zenitram. Un alegrón verlo allí, y más aún, el café a los tres días, dos horas chalando sin parar, con el afecto intacto. Uno guarda en su corazón varias figuritas: el primer amor, tus viejos, los amigos… pero un tipo que confía en vos, esa es la figu que vale. Eduardo, hasta dentro de un rato. Te perdonamos las lágrimas que causaste, por el amor y humor que nos diste.

PD: Vale recordar que Eduardo padeció la polio de niño, y sus consecuencias hasta grande, pero fue un tipo que nunca buscó la lástima, es más, se mofaba de su condición. Creó un personaje para Sex humor llamado “Yironside”, una prostituta que emulaba el apellido del detective.
(*) Ilustrador marplatense.