Al momento de apartar al contador Oscar Rossi de su tarea como jefe de Contrataciones de la Municipalidad, el intendente Carlos Arroyo justificó esa controvertida medida presentándola como parte de una supuesta modificación de la “estructura orgánico funcional” del área, de la cual hasta el momento nadie había tenido noticias.

Así surge de la lectura del decreto mediante el cual sorpresivamente el jefe comunal dispuso que Rossi se “reintegre” a su trabajo como jefe de compras del Ente de Servicios Urbanos y sea apartado de un cargo del que, según la ley solo podría haber sido removido con el acuerdo del Concejo Deliberante.

Desde que se conoció la intempestiva decisión del intendente, el funcionario cosechó el apoyo de varios sectores políticos y comenzó a elaborar una denuncia que tiene prevista presentar en la Justicia en las próximas horas. En principio reclamaría mediante una medida cautelar que el decreto por el cual se lo desplazó quede sin efecto.

“Desde el punto de vista jurídico está mal lo que se hizo; no se ajusta a derecho”, le dijo Rossi a la LA CAPITAL ni bien se enteró, en plenas vacaciones, que el jefe comunal había resuelto que dejara de ser jefe de Contrataciones.

El decreto del intendente que salió a la luz en las últimas horas está firmado por el propio Arroyo, por el titular del Emsur, Eduardo Leitao y por el secretario de Gobierno, Alejandro Vicente, a cargo de la firma de la secretaría de Economía y Hacienda, debido a que justamente su titular, Gustavo Schroeder, también se encuentra de vacaciones.

El texto explica a través de una enmarañada redacción la voluntad de implementar una presunta modificación en la estructura de la Dirección General de Contrataciones, dándole continuidad a una serie de cambios implementados en 2015.

Sin embargo, allegados a Rossi hicieron notar que en estos momentos no existe en marcha ningún procedimiento que se asemeje a lo que en el decreto se menciona como un cambio en la estructura “orgánico funcional” del área.

“Lo único que hizo el gobierno fue apartar a Rossi junto a otro funcionario, Facundo Buenaventura, y designar a una reemplazante”, indicaron.

El decreto evita hacer referencia a la palabra remoción y por ello el artículo 1, de seis líneas de extensión, contiene una oración algo extravagante, que dice: “Dase por finalizado, a partir de la fecha de notificación, el pago de la diferencia salarial resultante del cumplimiento de las funciones de director general de Contrataciones de la administración central al agente Oscar José Atilio Rossi, otorgada mediante el Artículo 5 del Decreto 1529/09, reintegrándolo al cargo de jefe de Compras del Ente Municipal de Servicios Urbanos”.

Mal y pronto, se interpreta que de una forma bastante singular Arroyo ordenó que Rossi regrese al cargo que ocupaba en el Enosur hasta 2004, año en el cual el ex intendente Daniel Katz le había encomendado asumir al frente de la dirección de Contrataciones del municipio.

Todo parece indicar que si la intención de Arroyo era la de desplazar a Rossi de un cargo clave, debería haber recorrido otro camino.

Distintas fuentes consultadas por LA CAPITAL, indicaron que lo correcto hubiese sido que promoviera su remoción presentando sus fundamentos y solicitando para ello el aval del Concejo Deliberante.

Es que así lo establece el artículo 200 de la Ley Orgánica de las Municipalidades, que indica explícitamente que el jefe de compras “no podrá ser separado de su cargo sin acuerdo del Concejo Deliberante”.