Por el Dr. Charles Nemeroff (*)
El trauma infantil puede tomar diversas formas como abuso físico, sexual, emocional y negligencia. Este factor en particular es responsable de consecuencias adversas para la salud en adultos más que cualquier otro factor considerado individualmente. Las personas que han sido expuestas a maltrato infantil tienen menor expectativa de vida, porque tienen un aumento en la tasa de suicidios, abuso de drogas, alcoholismo, enfermedad cardiovascular, ACV, diabetes, obesidad y ciertas formas de cáncer. En términos del impacto en la mortalidad, se estima que la reducción de la expectativa de vida es de 7 años en promedio.
En un estudio del Center for Desease Control de Estados Unidos (CDC) -el cual fue el más grande realizado en población general- el índice de personas que sufrieron algún tipo de abuso en la niñez fue de entre el 8 y el 25% de la población general (dependiendo del tipo de abuso).
No obstante, estos números son posiblemente una subestimación del problema porque las personas tienden a no reportar estos antecedentes y, además, hay cosas que son difíciles de mensurar como, por ejemplo, la negligencia. Asimismo, la mayoría de las veces, los que perpetran el abuso son miembros de la familia. Otra situación que se da en la actualidad es un incremento de bullying y ciberbullying (bullying a través de las redes sociales).
Muchos pacientes con depresión también tienen co morbilidades (es decir co existencia de otras enfermedades) como trastorno de estrés postraumático. Cabe destacar que el cerebro y el cuerpo de estas personas tienen una fisiología diferente. Hay una larga lista de cambios que han sido informados, incluyendo un aumento en el estado inflamatorio del organismo. Esta inflamación incrementada es un mediador, un mecanismo, para el aumento de estas otras patologías como enfermedad cardiovascular, diabetes.
A su vez, la respuesta del cuerpo al estrés cambia en forma permanente, por esa experiencia infantil temprana. Es decir, el cuerpo reacciona al estrés ambiental de distinta forma en una persona que tuvo abuso infantil. El cerebro de estos pacientes es fundamentalmente diferente en esa respuesta, lo cual se puede ver hoy en día en estudios de imágenes cerebrales.
Por otra parte, sabemos que es extremadamente importante los primeros días y meses después del nacimiento del bebé que es cuando la madre forma un vínculo con él. Si ese apego no se forma, hay terribles consecuencias en la niñez.
Otra forma de abuso y negligencia infantil que se menciona en menor medida es la que ocurre intra útero (cuando el bebé aún no nació). Esto es el abuso de alcohol, opiáceos, cocaína, tabaco. Y, además, las madres que están con depresión durante el embarazo generan un entorno intra útero que es desfavorable para el feto en desarrollo.
Esta situación tiene un gran impacto en la niñez, porque en los primeros 5 años de vida -incluyendo la fase intra útero-, el cerebro está en su máximo desarrollo y las células en desarrollo son las más vulnerables al insulto o efectos adversos del entorno.
La depresión es el más común de los trastornos mentales graves. Los pacientes en general que tuvieron exposición al abuso y negligencia infantil tienen una respuesta mucho menor al tratamiento farmacológico y psicológico.
En la actualidad tenemos un número muy grande de evidencia médica sobre tratamientos, tanto farmacológico como psicoterapia. Y, además, tratamientos somáticos que no involucran medicación como por ejemplo terapia electro convulsiva, estimulación magnética trascraneal.
En este sentido, la terapia electro convulsiva es el tratamiento más eficaz para la depresión sin ninguna duda. Si bien tiene algunos efectos colaterales, el gran problema de este tratamiento es que una vez que el paciente se recupera, si no continua decae en la depresión. Es importante en este tratamiento seguirlo con intervalos regulares. Pero para la depresión refractaria al tratamiento, correctamente diagnosticada, tiene una gran eficacia, cerca del 80% de respuesta.
Es importante destacar que algunas veces existen causas médicas de refractariedad en la depresión, por ejemplo, anomalías ocultas de la función de la tiroides o de alguna otra glándula endócrina. El inicio de la depresión puede ser una causa médica, o no, pero puede contribuir.
Cuando la depresión tiene antecedentes de abuso en la niñez, tienen muchas más chances de falta de respuesta al tratamiento. Es decir, el abuso infantil es una causa de refractariedad al tratamiento.
(*) Jefe del Departamento de Psiquiatría de la Dell Medical School, Universidad de Texas en Austin, participó del Simposio Anual de Psiquiatría organizado por Fleni.