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Deportes 28 de junio de 2017

El hasta pronto de Vildoza y la identificación con la gente

Todo lo que dejó la emotiva noche del tercer juego entre Quilmes y San Lorenzo en el Polideportivo "Islas Malvinas".

Hacía mucho tiempo que el básquet profesional de Mar del Plata no vivía una noche tan emotiva. Menos aún, tratándose de una derrota. Porque se recuerdan muchas noches de emoción en las buenas. Con títulos, ascensos, clasificaciones a otras instancias. Pero luego de un resultado adverso…

El martes por la noche, Quilmes vivió el previsible final de una temporada inolvidable. Pero inolvidable en serio. Y el previsible final no fue por “culpa” de Quilmes, sino de San Lorenzo y del propio básquetbol -el deporte más lógico que existe-.

La consagratoria temporada de Eric Flor, la evolución a otro nivel de jugador de Enzo Ruiz, el compromiso de Iván Basualdo y la despedida de Luca Vildoza, entre otras cuestiones, escribieron una página de gloria en la historia del “tricolor”.
Y por muchas razones, desde que empezó hasta que terminó la noche, la emoción -incluso hasta las lágrimas- estuvo a flor de piel.

Precisamente la “joya quilmeña”, Vildoza, fue quien menos pudo disimular estar conmovido. No era para menos. Aún antes de terminar el partido y cuando la derrota era un hecho, ya no pudo contener las lágrimas. Menos aún cuando su abuela fue a buscarlo para darle un abrazo cargado de sentimiento e imposible de describir con palabras. El base que ya está armando su equipaje para continuar su carrera en Baskonia de España, ni siquiera pudo hablarle a la gente por los altavoces del estadio.

Un rato largo después, tras asimilar el momento en la intimidad del vestuario, Vildoza reconoció públicamente su “enorme agradecimiento para la gente de Quilmes. Desde que debuté con esta camiseta me demostró su amor y cariño y no lo dejó de hacer hasta hoy. Tengo un gran respeto por todos ellos. Sé que en España me van a tratar bien pero no será lo mismo. No hay otra hinchada como ésta. Los voy a extrañar”, dijo.

El jugador nacido y criado en Luro y Guido aceptó también haber “madurado bastante, más que nada en los últimos play-offs, en los que jugamos todo el tiempo y agarramos ritmo de juego. Había empezado bastante flojo mentalmente y lo pude revertir con la ayuda de todo el equipo y el cuerpo técnico que siempre me respaldaron. Me voy muy bien físicamente y sobre todo, muy contento y agradecido”

Dijeron de él

Sus compañeros tampoco ahorraron elogios a la hora de referirse a Vildoza.
“Me tocó conocer a una hermosa persona y un excelente jugador. Se va en busca de un sueño más garnde, de algo más lindo y está muy bien que así sea. Los que lo conocemos y lo queremos estamos muy contentos por él”, expresó Eric Flor.

“Siempre hablé mucho con él. Este era su momento. Le dije que si disfrutó acá, que por favor disfrute todavía más allá. Con el increíble talento que tiene, disfrutar de la experiencai es lo mejor que le puede pasar. Fue un orgullo y un placer compartir este equipo con él. Luca también fue artífice de que yo esté acá y estoy profudnamente agradecido de que me haya dejado ser su amigo y compañero”, consideró Enzo Ruiz.

Tampoco podía faltar una valoración de su entrenador, Javier Bianchelli. “El crecimeinto que tuvo y la madurez que alcanzó es totalmente distinta a como empezó la temporada. Me pone contento, muy feliz. Sé, también, que el equipo trabajó para eso. Puso su granito de arena para que hoy Luca esté mucho mejor que al principio y que en la valija pueda poner un poquito más de cosas para llevarse a España”, explicó.

Con sentimiento

Consultado sobre cómo había sido el último diálogo post-partido en el vestuario, Eric Flor aseguró que fue “hermoso como lo fue todo el año. Este grupo es increíble. Es una lástima que se haya terminado. Encontré una calidad humana increíble. Y se formó un equipo bárbaro, con mística, con ganas de ganar y es un honor que nos respeten como nos han respetado”.

Y agregó, como las virtudes salientes de este Quilmes: “Las ganas de trabajar. Durante todo el año entrenamos como caballos y jugamos con la misma energía. Y el grupo humano, por supuesto. Es lo que más rescato”, dijo.
El testimonio del santiagueño Enzo Ruiz resultó conmovedor. “Hicimos todo lo que estuvo a nuestro alcance y más, pero no nos alcanzó. Igual tenemos que estar totalmente tranquilos por el esfuerzo que hicimos. No nos guardamos nada”, expresó.

Y también reconoció que “aunque a veces no nos salían las cosas, siempre fuimos para adelante. La unión, el compañerismo, el dar por el otro, el querer hacer mejor al compañero fueron armas que nos llevaron hasta la final de la Conferencia”.

Por último, y antes de quebrarse por la emoción, aceptó que este paso por Quilmes “me enseñó muchas cosas. Principalmente a madurar. Fue difícil pero me sobrepuse”, alcanzó a decir con la voz entrecortada.
También embargado por la emoción, Javier Bianchelli dijo sentirse “orgulloso de pertenecer a este equipo. De lo que se ganó, del respeto, de cómo se trabajó, de la entega, de la identidad y de la comunión con la gente”.

“Afrontamos varios desafíos en uno -continuó-. Tuvimos un quiebre faltando dos meses para finalizar la temporada y nos pusimos como objetivo entrar en play-offs. Los jugadores lo creyeeron y fueron en busca de eso. Nuestro fuerte fue la confianza en nosotros mismos, reconocer las falencias y potenciar las virtudes y, por supuesto, no bajar los brazos jamás ante cualquier adversidad. Nunca nos rendimos”, concluyó.

Testimonios recogidos por QSL 92.3 ESPN Radio