El Tesoro lanzó en el mercado doméstico un ambicioso canje voluntario de todos los títulos soberanos en moneda local que vencen este año, una operación que busca aliviar la carga de compromisos de pago de deuda y así lograr superávit financiero.

La operación, que se inició el lunes y concluirá este martes apunta a que los tenedores de una quincena de letras y bonos del Tesoro emitidos en moneda argentina y con vencimiento este año los canjeen por una cesta de otros cuatro instrumentos con vencimiento entre 2025 y 2028.

Analistas del mercado consideraron la operación como récord debido al volumen de la misma, con títulos a canjear por un total de 55,4 billones de pesos (63.898 millones de dólares).

Aunque la mayor parte de la deuda a canjear está en manos de organismos públicos, el canje servirá además en parte como un test para medir el grado de confianza de los inversores privados -fundamentalmente, bancos- en el plan económico de Javier Milei, en medio de un complejo escenario macroeconómico.

Milei puso en marcha un drástico plan de ajuste fiscal con el objetivo de lograr este año no sólo superávit primario sino también financiero, por lo que resulta clave reducir la carga de vencimientos de deuda de los próximos meses.

Para la firma Portfolio Personal Inversiones, este “mega canje” persigue un “objetivo más ambicioso” ya que, si el Tesoro es exitoso en esta conversión, aumenta la probabilidad de comenzar la normalización del mercado cambiario, actualmente sujeto a una maraña de restricciones.

Según indicó el banco CMF en un informe, el nivel mínimo de adhesión al canje podría ser de entre el 60 % y el 65 %, dado que el sector público tiene alrededor del 70 % de la deuda en moneda local, estando 66 % en manos del Banco Central, el Banco Nación y el Fondo de Garantías de Sustentabilidad de la seguridad social.