por David Villafranca

 
Semifinalista en su debut en Copa América y con solo dos participaciones en un Mundial en su historia, la selección de Canadá se medirá a la Argentina de Lionel Messi mientras el fútbol trata de ganar terreno en un país históricamente enamorado del hockey sobre hielo.

Cuando uno habla del ‘deporte nacional’ de un país se suele entender como el más seguido o popular de un estado. Pero en Canadá es algo más: se trata de una cuestión legal.

Así, la ley de deportes nacionales de Canadá de 1994 estableció que el hockey sobre hielo es “el deporte nacional del invierno” en el país mientras que el lacrosse se reconoció como “el deporte nacional de verano”.

Sin rastro del fútbol en esa ley, resulta evidente por qué la clasificación para las semifinales de la Copa América, tras eliminar en cuartos y por penales a Venezuela, es un hito fabuloso y absolutamente inesperado para el combinado que entrena Jesse Marsch y que lidera sobre el campo Alphonso Davies.

“¡Semifinalistas! Canadá está haciendo historia”, escribió en la red social Justin Trudeau, primer ministro canadiense.

Aunque quizá la mejor metáfora del estatus del fútbol en el país es que, incluso en un día memorable como el del triunfo ante la Vinotinto, también se coló la sombra del hockey, ya que una de los momentos más celebrados -también por los futbolistas- fue la visita que hizo al vestuario tras el encuentro Sidney Crosby, una leyenda de la competición sobre hielo.

Canadá quiere ser tomada en serio

Anécdotas aparte, Canadá ha sido tradicionalmente un conjunto de segunda fila en el panorama global al menos en cuanto al fútbol masculino puesto que la selección femenina sí es una potencia de élite con un oro olímpico (Tokio 2020) y dos bronces (Londres 2012 y Río 2016).

Sus compañeros varones no pueden presumir de lo mismo y entre sus mayores logros, quitando esta Copa América, figuran un título de la Copa Oro del año 2000, un Campeonato de la Concacaf de 1985 y sus dos únicas participaciones en un Mundial (1986 y 2022).

Precisamente el próximo Mundial, el de 2026 que organizará junto a Estados Unidos y México, se postula como un momento clave para el crecimiento y consolidación del fútbol en Canadá, que contará con dos sedes para esa cita: Toronto y Vancouver.

Esas dos ciudades y Montreal son las tres que tienen equipos representantes en la MLS de Estados Unidos con el Toronto FC (campeón de la MLS Cup en 2017), los Vancouver Whitecaps y el CF Montreal.

En un nivel por debajo está la Canadian Premier League (CPL), formada por ocho conjuntos canadienses y que arrancó en 2019. En el formato copa existe además la Canadian Championship, donde también compiten los tres equipos de la MLS y que da acceso a la Copa de Campeones de la Concacaf.

Queda camino por avanzar en cuanto al fútbol profesional, pero los datos de implantación en general de este deporte son esperanzadores.

Según el informe anual de la Asociación Canadiense de Fútbol, en 2023 había 739.642 jugadores -de todos los niveles, edades y aspiraciones- que son miembros de esa institución con una cuota anual de 9 dólares al año.

“Vamos en serio: esta es una competición muy seria para nosotros”, dijo este domingo el centrocampista Richie Laryea tras el entrenamiento de Canadá de cara a la semifinal contra Argentina.

“Este es un torneo que podría llamar la atención de muchos fans (en Canadá) y quizá también ganar nuevos fans porque no se nos ve mucho al margen de grandes torneos. Pero eso: somos un equipo serio, queremos ir a por ello, queremos ganar. Sé que eso puede sonar atrevido o alocado, pero este equipo está aquí para hacer eso”, agregó.