Los dirigentes del fútbol argentino piensar terminar a fin de año con el contrato vigente y poner fin a la gratuidad del fútbol. Buscan renegociar con privados para obtener mayor ingresos por la televisación de los campeonatos.
La AFA resolvió ayer solicitarle al Gobierno nacional la cancelación a fin de año del contrato del programa Fútbol para Todos, para poder licitar por su cuenta en 2017 los derechos de televisación de los torneos de Primera División y Primera B Nacional, enmarcados dentro de una Superliga que todavía no tiene estatuto definitivo pese a que el pasado miércoles se aprobó su implementación.
“Proponemos que el fútbol tenga otro valor y el Gobierno con buen sentido nos dijo que no. Se llamará a una licitación para que se ponga otro valor, que entendemos que será mayor a los 2.500 millones de pesos”, confirmó el presidente de Racing, Víctor Blanco, al salir de una reunión de dirigentes que tuvo lugar en la sede de la calle Viamonte.
Luego, los directivos le enviaron al Gobierno una carta en la que solicitaron que se disuelva el contrato con Fútbol para Todos, con el objetivo de conseguir mayores capitales.
De esta manera, la casa madre del fútbol argentino se mostró decidida a romper el vínculo que se extendía hasta 2019 para intentar obtener a través de un contrato con privados una suma superior a los 2.500 millones de pesos que el Gobierno tenía previsto otorgarle para la próxima temporada, que se arrancaría el 19 de agosto.
En ese sentido, los dirigentes estudian pedirle al Gobierno Nacional entre 1.250 y 1.500 millones de pesos para repartir en los últimos seis meses de una relación que surgió en 2009.
Además, se puso en duda la gratuidad de las transmisiones más allá en diciembre de este año y el más tajante en ese aspecto fue el titular de Estudiantes Juan Sebastián Verón, uno de los apuntados junto a Marcelo Tinelli como eventual conductor de la Superliga.
“Hay que analizar si el fútbol en algún momento fue gratis”, deslizó la “Brujita”, mientras que Blanco sostuvo que aquella condición se tendrá que “negociar” con el Gobierno y con la empresa privada que eventualmente se haga cargo con los derechos del fútbol.
La empresa estadounidense Turner es de momento la única que habría cristalizado su intención de desembarcar en el fútbol local, a cambio de 3.200 millones de pesos.
Mientras tanto, Armando Pérez, presidente de Belgrano, fue designado por FIFA como titular de la Comisión Normalizadora que regulará institucionalmente a la AFA por un período máximo de un año, aunque la Superliga, aprobada la semana pasada después de interminables negociaciones, en una asamblea que tuvo dos cuartos intermedios, sigue sin tener una cabeza visible.
Si bien se creía que este lunes en AFA se iba a designar a la flamante conducción, eso no sucedió, aunque sí se formó una Comisión Jurídica conducida por Raúl Broglia, presidente de Rosario Central, uno de los clubes que no estaba de acuerdo con el reparto económico planteado inicialmente, y una Comisión Económica encabezada por el titular de Banfield, Eduardo Spinosa, ex tesorero del fútbol argentino.
La reformulación del estatuto de la Superliga es otro de los puntos que se tendrán que resolver en breve, para presentarlo ante la Inspección General de Justicia (IGJ) y posteriormente conseguir la aprobación de FIFA.