El ejercicio mejora la calidad de vida de los adultos mayores
por Alicia Zanellato (*)
Está científicamente demostrado que el ejercicio físico sistemático es fuente de salud física y emocional, influye en la disminución del estrés y en la formación de habilidades de enfrentamiento a las demandas de la vida.
La realización de ejercicios físicos reduce el riesgo de caídas, mejora la movilidad articular, la coordinación y la flexibilidad, así como también se mantiene en forma física y mejora la calidad de vida de los adultos mayores; favoreciéndoles física y mentalmente.
Cuando se realizan ejercicios físicos, se estimula el aparato cardiorrespiratorio, mejora la circulación aumentando la capacidad de trabajo, se retarda así el proceso de envejecimiento porque la actividad física provoca la renovación de las células y su activación. También se aumenta la movilidad articular y en general prepara al organismo para enfrentar cargas físicas e intelectuales superiores.
El ejercicio físico también produce importantes modificaciones en la personalidad, tales como estabilidad emocional, autoestima, extroversión, reduciéndose la depresión, generalmente muy presente en el anciano sedentario. También existe mayor perseverancia, más sentido de humor y mejor tolerancia a la tensión emocional.
Debido a la pandemia muchas personas mayores no pueden realizar sus actividades como antes, pero es muy importante que sigan realizando todos los ejercicios que conocen o han realizado en alguna ocasión ya que ello les permitirá seguir teniendo un buen estado de salud.
Aun estando sentados se pueden realizar muchos movimientos suaves que permitirán mejorar la circulación, mantener la fuerza muscular, la movilidad y el equilibrio. Como ejemplos: mover las manos en círculo, abrirlas y cerrarlas, estirar y flexionar los brazos, mover los hombros hacia adelante y hacia atrás, levantarlos y bajarlos, girar el cuerpo a un lado y otro, mover tobillos en círculos, los pies hacia arriba y abajo, estirar una pierna y luego otra, elevarlas… siempre de acuerdo a la posibilidad de cada persona.
Si durante el día nos proponemos (de a ratos y varias veces) mover nuestro cuerpo, veremos que podemos mantener y/o mejorar nuestra calidad de vida.
(*) Profesora, especializada en gerontología. Asociación de Geriatría y Gerontología de Mar del Plata.