Nuestro país se encuentra en un momento trascendente en términos de desarrollo social y económico. Numerosos son los paneles y mesas de discusión que abordan la temática buscando y aportando ideas que permitan modificar índices que hoy aparecen en números rojos.
Es obvio que el país enfrenta situaciones complejas que por tales, no pueden ser abordadas desde una sola perspectiva, ni servirá recurrir al pensamiento mágico de una solución salvadora, al que por otra parte ya hemos apelado en numerosas ocasiones en el pasado, con resultados a la vista.
En este marco, el desarrollo del turismo aparece como un camino atractivo a la luz de sus efectos positivos sobre la economía, en la medida que el mismo se realice de manera sistémica y sustentable, con planes de mediano y largo plazo.
Tomando como fuente al Ministerio de Turismo de la Nación, la industria turística explica el 6% de las exportaciones totales, ocupando el primer puesto en términos de exportación de servicios, y un 5,4% de los puestos de trabajo en el país.
Además es una actividad que por su propia naturaleza, redistribuye recursos desde las grandes ciudades, a las economías regionales, con el impacto que ello tiene. Así es que la Organización Mundial de Turismo sostiene que la actividad juega un papel fundamental en términos de la disminución de la pobreza por ser uno de los sectores más activos y con potencial de crecimiento.
Los datos mencionados dejan a la vista que aún existen posibilidades extraordinarias para hacer que la industria gane un peso específico mucho más relevante en los ingresos nacionales, considerando que es un motor interno de actividad -59% del gasto es turismo interno-, un multiplicador de puestos de trabajo, y una fuente de recursos económicos externos que puede ser muy superior a la actual.
Desarrollar una visión de turismo como actividad económica que además de generar cuantiosos recursos, impacta en el desarrollo social y económico de la comunidad, y hacerlo como una política de Estado, requiere trabajar conjuntamente con los diferentes actores de la industria, es decir: gobierno, agencias de turismo, empresas de transporte (en sus diferentes modos), hoteles, y también aquellas actividades indirectamente vinculadas con el turismo, fundamentalmente la gastronomía.
Un enfoque multidisciplinario permitirá planificar adecuadamente factores básicos para el crecimiento de la industria, como lo es la infraestructura de caminos y aeropuertos que favorezcan no solo la llegada del turista sino su movilidad interna; mayor oferta de hoteles para los diferentes nichos como el corporativo, el turismo joven, el gastronómico, o el social; un enfoque equilibrado de nuestros atractivos naturales, geográficos y culturales, evitando la concentración en destinos clásicos, efectuando así un desarrollo sustentable, infraestructura sanitaria, entre otros.
Si esto se agrega como factor fundamental, el desarrollo de capital humano de calidad, en términos de profesionales bien formados, preparados para las diversas exigencias de los servicios, seguramente en poco tiempo los números de la industria podrán mejorar sustancialmente con su impacto positivo en las cuentas públicas.
(*): Coordinador académico de Turismo, hotelería y gastronomía de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Palermo.
Lo más visto hoy
- 1Murió una joven que había sufrido una caída en su motocicleta « Diario La Capital de Mar del Plata
- 2Cómo estará el clima este viernes en Mar del Plata « Diario La Capital de Mar del Plata
- 3Detuvieron al asesino del hombre en el barrio Bernardino Rivadavia: es el hermano « Diario La Capital de Mar del Plata
- 4Cambio en los feriados turísticos: hoteleros pedirán que se revierta la medida « Diario La Capital de Mar del Plata
- 5Con una edición austera y marcada por sus 70 años, empezó el Festival de Cine « Diario La Capital de Mar del Plata