El mecánico Marco Palumbo, dueño del taller y futura concesionaria de automóviles ubicado en Juan B. Justo y Uruguay, vive horas dramáticas: después del incendio que casi le causa pérdidas millonarias debió pasar la noche junto a un custodio en una camioneta para vigilar que nadie sustrajera de la calle vehículos de sus clientes que tenía en reparación, y además fue víctima del robo de decenas de herramientas costosas.

Ese hecho fue denunciado a la comisaría decimosexta y ahora también es investigado por la Justicia. En diálogo con LA CAPITAL, el hombre explicó que recibió un “llamado de un número privado” a su teléfono a las 18.08 en el que alguien lo llamó por su nombre y le dijo que se apurara “a sacar los autos, que todavía estaba a tiempo, y se estaba prendiendo fuego todo”.

“Fueron dos segundos, no te miento, en los que estábamos adentro del taller y había como 70 personas. Entre ellas había gente que quería ayudarme sacando autos, y después otra que no… Mis empleados vieron personas con herramientas en las manos, que corrían y se llevaban cosas”, reveló.

Palumbo indicó que “fue como cuando pasan los saqueos, en las crisis, así”. “Nosotros nos mudamos hace casi un año acá, en noviembre de 2022. Somos taller integral pero mi sueño es a futuro poner la concesionaria… El tema es que con esto me di cuenta de que tengo muchos autos de alto valor acá: si se hubieran dañado algunos no había forma de cubrir económicamente las pérdidas”, narró.

Por la velocidad con la que actuaron tanto el propio mecánico como las personas que lo ayudaron, y el accionar de los bomberos y los miembros de Defensa Civil, el perjuicio material ocasionado por el incendio fue leve. Conforme dijo el hombre en diálogo con este medio, sólo hubo mampostería quemada “en la parte de atrás del taller”. Es decir, las llamas no afectaron ningún vehículo e, incluso, este jueves a la tarde sus tareas laborales fueron retomadas tras recibir la correspondiente autorización de las autoridades del operativo.

“En el momento nos dimos cuenta de que faltaban autos. Dos nos los habían robado: un BMW 325 que apareció a cinco cuadras, y un Chevrolet Prisma que lo encontraron en Polonia y Juan B. Justo. Después tengo un Peugeot 207 en el terreno de enfrente cerrado y no sabemos quién tiene la llave”, relató Palumbo.

Como los vehículos fueron recuperados, sus respectivos hurtos no fueron denunciados. En cambio, el mecánico dijo ante la policía que fue víctima del robo de numerosas y costosas herramientas marca Bahco, Irimo, Brehem y Stanley, entre otras. “Me vaciaron el tablero y los cajones. Aprovecharon la desesperación y arrasaron con todo”, manifestó.

Y agregó: “Anoche dormimos arriba de una camioneta con un custodio que conozco y que tuve que contratar para cuidar los coches en la puerta del local. Dormir es una forma de decir igual, porque estábamos despiertos un rato cada uno. Y hoy a las 3 de la tarde cuando me autorizaron a volver a trabajar ya arranqué a rearmar el taller. Tengo que ver bien qué falta para reponer y hacer la denuncia en el seguro”.