La amplia franja de arena, con lugar hasta para vehículos terrestres y acuáticos, se asemeja al infinito azul del mar, que con los más de 36° registrados ayer se presentó como la opción ideal para pasar el día.

Los paradores del sur, ubicados pasando el faro, representan una plataforma multipropósito con actividades destinadas a todas las edades. En las jornadas de altas temperaturas, como la de ayer, su capacidad suele estar casi colmada.

“Estamos viviendo el mejor día de la temporada. Esperemos que sea un despegue para lo que resta del verano”, dijo uno de los guardavidas de Mute Club de Mar, observando el horizonte desde la tarima. Aunque el oleaje era casi inexistente, contó que tuvieron dos recates.

Con 36.1°, registrados a las 16.30, según los datos del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), la de ayer se convirtió en la jornada más calurosa en lo que va del año. Así las cosas, la tarde fue descrita como “perfecta” en ese sector de playa, que mostró su capacidad casi a pleno. Incluso, muchos optaron por bajar hasta la orilla con sus camionetas o jeeps 4×4 en los paradores que lo permiten. Tampoco faltaron aquellos que saciaron sus ansias de adrenalina a bordo de los jet ski. “El mar no tiene casi olas. Las condiciones están más que óptimas para navegar”, destacó el guardavidas.

A lo largo de toda la orilla de los diferentes paradores, muchos se instalaron en las sillitas con sus mates y otros utilizaron la arena mojada como cancha deportiva, ya sea de tejo o de pelota a paleta. Infaltable, entre los más chicos, el partidito de fútbol.

Variedad

“¿Cómo no aprovechar una tarde así? Espero que sea la primera de muchas porque se hizo desear bastante el calor. Hoy unos cuantos suspendieron reuniones y se escaparon para acá”, contó César, al salir del agua, y “mandando en cana” a su amigo Ariel, compañero de zambullida.

“Creo que esta es una de las playas con más marplatenses, nos conocemos todos. Y es espectacular, si hasta podemos escuchar los recitales gratis que hacen acá al lado”, se rió el bañista.

Es que pegado a ese parador se erige “Helena Beach”, con una propuesta enfocada en los más jóvenes con características “de Punta del Este agreste”. “Convocamos tanto a empresarios como a celebrities, con los mejores servicios”, describió Gustavo Greco. Las propuestas contemplan tanto el ámbito deportivo como musical, con diversos recitales y hasta streaming en vivo.

La zona congrega paradores con bajadas para 4×4 y náuticas, espacios gastronómicos a cargo de reconocidos referentes del rubro, comodidades para antes y después del sol, piscinas y amplias franjas de arena.
En materia deportiva, se imponen las travesías acuáticas, tanto a bordo de botes semirrígidos o de la famosa “banana”, mientras los más audaces se animan al kite surf o el stand up paddle (SUP).

Estos paradores constituyen, desde hace varias temporadas, los lugares elegidos por los más jóvenes para disfrutar de la playa una vez pasado el mediodía. Incluso, muchos de ellos se encuentran al atardecer en alguno de los chiringos y suelen prolongar la estadía durante la noche, con distintos sets musicales, muchos de los cuales están a cargo de reconocidos artistas internacionales.

Vanguardia

“Mute Club de Mar es una experiencia para los jóvenes, una de las plataformas más grandes de la región, ya que reúne a todos los artistas internacionales dispersos en un mismo lugar, con una producción y puesta en escena increíble, de primer nivel”, describió Ariel Gambini, ‘alma mater’ del espacio que ostenta el escenario más imponente de todo el sector.

El parador, además de ser “reconocido en todo el mundo”, moviliza a un importante segmento del turismo que recala en Mar del Plata. “Todo se mueve de acuerdo a las inclinaciones de ocio y entretenimiento. Es un catalizador de tendencias”, opinó el empresario.

Además de la música, las tendencias se reflejan tanto en la indumentaria como en las cuestiones gastronómicas, que los asistentes plasman en sus redes sociales.

Casi pegado a Los Acantilados, se suceden una serie de balnearios que ofrecen comodidades como carpas, vestuarios, sectores gastronómicos y pileta.

Entre los históricos, con más de 30 temporadas, en “La Caseta” se siguen congregando “familias jóvenes, con hijos chicos, que encuentran tranquilidad y comodidad para todos”, describió Agustín González, responsable del lugar.
Incluso, muchos de los paradores congregan a diversas edades en diferentes horarios, con familias que se instalan sobre la arena poco antes o después del mediodía y permanecen hasta la caída del sol.

Los más jóvenes, en general adeptos a la música electrónica, suelen llegar a media tarde, en busca de relax y diversión, un combo que se extiende hasta el atardecer. Y a la noche se renueva con los shows musicales de figuras reconocidas.