En la tarde del jueves se vivió una situación preocupante en el principal barrio privado de Mar del Plata cuando uno de sus residentes que tenía prohibición de dejar su casa salió a realizar compras y fue denunciado por los propios vecinos.

La esposa del infractor dio su versión de los hechos y pidió mantener el anonimato porque “ya demasiado grande se hizo y encima hay toda una paranoia acá en Rumencó”.

La historia se inició en la tarde del jueves cuando desde el barrio ubicado en la zona sur de la ciudad se llamó a la policía porque un hombre había incumplido la cuarentena. Vale recordar que en ese momento solo estaban expuestos a ser penados por la ley quienes habían recibido notificación judicial.

“Nosotros con mi marido estuvimos fuera del país pero regresamos el 20 de febrero. Las que llegaron el domingo pasado fueron nuestras hijas, de 21 y 24 años, que estuvieron trabajando en Aspen, Estados Unidos”, inició el relato la mujer de 50 años.

“Ellas siguieron todos los pasos legales en Ezeiza –agregó- y vinieron en automóvil particular hasta mi casa, que por suerte es una casa muy grande. Digo esto porque les acondicionamos un sector con dos habitaciones y baño, donde ellas cumplen su cuarentena solo en contacto conmigo”.

Ayer al mediodía una comisión policial llegó a Rumencó y extendió varias notificaciones, entre ellas a esta familia en la que se les indicaba que la mujer y todo el grupo familiar estaban comprendidos en la restricción. Fue la misma mujer la que firmó: “La verdad soy una tarada, ni miré lo que firmé. Es más ni pedí copia. Lo único que hice fue ofrecerles alcohol en gel”, explicó.

El hombre salió del barrio y realizó algunas compras, en especial se dirigió a una farmacia para comprar un medicamento. “Yo tomo un remedio que él me lo fue a comprar pero hay algo que debe saberse. Antes llamamos tres veces al 107 para preguntar si podíamos salir. Incluso ellos averiguaron y nos llamaron a nosotros diciendo que una persona de la familia podía salir y como yo estoy en contacto con mis hijas el que salió fue mi marido”, dijo.

Lo cierto es que la situación fue denunciada por otros vecinos y el hombre fue interceptado al regresar, donde se le notificó que acababa de incumplir una orden judicial y que quedaba a disposición de la Justicia.

“Nos terminaron pidiendo disculpas desde la fiscalía después de que le explicaramos la situación y le dijeron a mi marido que ahora sí debe quedarse en la casa, pero al igual que todas las personas”, concluyó la mujer.

Consulta la fiscalía general de Mar del Plata desmintieron el pedido de disculpas, señalaron que el hombre planteó una situación de desinformación y que eso fue entendido pero se le ratificó la cuarentena a él y al grupo familiar más allá de que ahora le cabe a toda la población.

Por otra parte, el expediente judicial sobre su incumplimiento sigue su curso y deberá resolver la Justicia Federal si el justificativo explicado es suficiente.