La Mesa Directiva del Colegio de Arquitectos de la Provincia de Buenos Aires Distrito IX emitió este martes un comunicado manifestando su “preocupación” en torno a algunas obras que se están realizando en la costa y que reducen el espacio público de la zona costera. 

Acompañando el documento con dos imágenes, una de Playa Grande, cerca de un boliche bailable, y otra de Punta Mogotes, los profesionales advirtieron la importancia de disponer de espacios amplios en las playas de la ciudad para garantizar el distanciamiento social. También pusieron en duda la legalidad de algunas construcciones en marcha y pidieron al Gobierno municipal especial “atención” en el tema.

“Sabemos que la próxima temporada estival nos enfrentará con una situación atípica y desconocida. La necesidad de distanciamiento interpersonal exigido por las condiciones sanitarias imperantes, interpela a los gobiernos locales a tomar todas las medidas necesarias para disponer la mayor cantidad posible de espacio al aire libre”, señalaron.

“Esto se ve reflejado en los atinados proyectos que existen tendientes a generar corredores comerciales con prioridad peatonal, o corredores gastronómicos que maximicen los espacios exteriores de expansión”, agregaron y señalaron que en este contexto era “lógico pensar que en las urbes costeras este año el recurso crítico no serán las camas de hospedaje, sino el espacio de arena de uso público”.

Sin embargo, advirtieron con preocupación que “están ocurriendo algunos hechos que parecen ir a contra mano de lo que la coyuntura exige”.

“Notamos incumplimientos en algunos sectores de la costa en cuanto al manejo exigido de la arena, o algunas obras civiles tendientes a minimizar el espacio natural y de acceso irrestricto en otras áreas. Las autoridades locales deben estar más atentas que nunca a estas problemáticas en las condiciones que impone la situación actual”, puntualizaron.

Además, catalogaron de “contradictorio” el hecho de que en la ciudad se estén poniendo en marcha habilitaciones que favorezcan a la ampliación de veredas para el uso de la gastronomía, “mientras que, por el otro, el sector privado de arena, (quizás el único espacio masivo que tendrá esta temporada) sigue sin ceder metros a lo público, o lo que es peor, se reduce por construcciones de dudosa legalidad; avance de concesiones y permisos para promociones, publicidad u otras actividades que cercenan superficie a lo público cuando más la necesitamos”.

“¿Si se necesitan sitios para la nocturnidad con espacio libre, no sería bueno trabajar con estructuras efímeras durante la noche y sobre los concesionados a los privados?”, preguntaron.

En este sentido, exigieron al Municipio “un protocolo para el funcionamiento de nuestras playas” y advirtieron que avalar obras contrarias al sentido común es una “actitud suicida”.

“La superficie de arena de uso público será esta próxima temporada la principal materia prima necesaria para que todos los sectores económicos se puedan desarrollar de la mejor manera posible, dentro de esta difícil situación. Dilapidar este recurso avalando desde el Estado incumplimientos contractuales o materializando obras contrarias al sentido común, es una actitud suicida en la actual coyuntura económica y de desocupación que vive la región”, concluyeron.