CERRAR

La Capital - Logo

× El País El Mundo La Zona Cultura Tecnología Gastronomía Salud Interés General La Ciudad Deportes Arte y Espectáculos Policiales Cartelera Fotos de Familia Clasificados Fúnebres
Interés general 20 de marzo de 2019

El coaching como herramienta para recuperar “el brillo perdido”

Silvia Vales es coach senior y tiene su propia escuela en Buenos Aires. Asegura que aprender las técnicas de un nuevo estilo de liderazgo redescubre potencialidades y libera dones.

Reconocida en Argentina como coach senior y master coach por la Asociación Argentina de Coaches Ontológicos Profesionales (AACOP), Silvia Vales busca desentrañar las bases de una nueva manera de liderar equipos de trabajo y hasta la propia vida.

Con experiencia como coach de políticos y responsable programas de Orientación laboral y Desarrollo de carrera, desde hace muchos años Vales destaca al coaching como “una herramienta maravillosa destinada a ayudar a las personas a recuperar ‘el brillo perdido’, es decir, a redescubrir su potencialidad y a liberar sus dones”.

Las técnicas, asegura, también son útiles para “mitigar el sufrimiento, ya que entiendo que cuando la persona se empodera, descubre y libera su potencialidad, alcanza un estado mayor de felicidad y bienestar”.

“Por otro lado, es un estilo de liderazgo. En el siglo XXI, es necesario que los líderes liberen el potencial de sus colaboradores y no sean ‘directivos’, como en el modelo de liderazgo anterior. Que no pongan “techo” al desempeño de su gente; por el contrario, que estimulen su creatividad ya que los problemas actuales son mucho más complejos que antes y requieren una visión múltiple, diferente, enriquecedora”, indicó.

Según señaló la especialista existen tres tipos de coaching. El coaching conductual, que es el que busca que el coachee expanda su repertorio de acciones posibles para alcanzar los resultados esperados sin hacer modificaciones en sus creencias ni cuestionar sus juicios; el coaching ontológico o transformacional, que busca una expansión de las acciones del coachee pero mediante un aprendizaje de segundo orden, es decir, haciendo modificaciones en la mirada que tiene el coachee, logrando un desplazamiento en su observador; y el coaching de desarrollo, que es el que no manifesta un problema (quiebre), sólo quiere desarrollar alguna competencia. Generalmente competencias de Liderazgo o de Comunicación; es un acompañamiento profesional más parecido al Mentoring.

Las emociones en las empresas

Vales destaca la importancia de comenzar a abordar el coaching en la vida de las empresas, ya que asegura que desde hace dos décadas hay un interés en tratar lo emocional dentro de las instituciones.

“Al comienzo, recuerdo que me pedían coaching para un empleado o empleada y me decían: ‘Pero no te metas con lo emocional’. Yo asentía sabiendo que era imposible. Somos seres emocionales y no es posible dejar ese dominio de lado; o sí, pero con un costo enorme para la salud de la persona”, indicó.

“Hoy la gestión de emociones es central. La gran mayoría de las conversaciones de coaching tienen a la emocionalidad como el centro. Repito: ‘Somos seres emocionales, que –a veces- razonamos’, como dice claramente el Dr. López Rosetti. Siempre me interesó ese tema e investigué por mi cuenta el dominio emocional, más allá de la formación recibida.”, concluyó.