“Había una vez, hace 40 años” es la película documental de la directora Flavia Mertehikian que recorre la vitalidad del Club de Abuelos Narradores, un proyecto municipal que integran adultos y adultas mayores de esta ciudad, quienes se dedican a contar cuentos en jardines y escuelas.

El filme, que registró un año de trabajo en el seno del grupo, se estrenará en el Festival Internacional de Cine de la Provincia de Buenos Aires (Ficpba). La cita en la ciudad de La Plata será el sábado 7 de septiembre.

La directora Flavia Mertehikian (derecha) junto a Sofía Fazio, jefa de producción del documental. (Foto de Ary Franco Magallanes). 

El entusiasmo de la directora por la enorme labor que desarrolla este grupo de adultos mayores, liderados por la profesora María Victoria Padín, la llevó a realizar además un cortometraje titulado “Somos narradores” y que está destinado a las infancias y que se podrá ver este sábado a las 19 en el escenario de La Bancaria (San Luis 2069), dentro del Festival Lobito, que reúne trabajos de Mar del Plata y de Tandil.

Es un corto animado, realizado en la técnica del stop motion, que está inspirado en la escritora María Rosa Solsona, la fundadora del grupo quien reside en España. “De todo lo que fuimos viviendo con este grupo de personas mayores y de cómo Solsona formó este programa surge mi idea de escribir un cuento infantil y convertirlo en una animación para compartir en los jardines de infantes, donde los niños y niñas esperan con cariño e ilusión cada mes la visita de los narradores”, detalló Mertehikian en una entrevista con LA CAPITAL.

Una de las voluntarias del Club de Abuelos Narradores.

El documental, en cambio, desarrolla el gesto de la observación y narra, a lo largo de todo un ciclo lectivo -el de 2023- el trabajo de los abuelos y las abuelas. Lo notable es que el grupo trabaja sin interrupciones desde que nació en 1984 y aún lo hizo durante la cuarentena por Covid-19 en 2020. “En pandemia se adaptaron a la tecnología y siguieron desde sus casas haciendo reuniones por Zoom y grabando videos para enviar a los jardines con sus cuentos y cantos”, destacó la directora.

Así, a lo largo de ese año se descubren “los entresijos y devenires de este voluntariado: desde la actividad grupal a la historia individual de sus protagonistas y el rito ancestral de contar cuentos revive en una ronda que, además, revaloriza el papel de los más grandes en nuestra sociedad”.

“También pudimos acompañarlos durante las visitas a los jardines, registrar sus encuentros fuera del taller con las visitas a amigas ex narradoras como Alicia Corsini y la cotidianeidad de algunos de sus integrantes, como Lidia Roca y Lizi Dinesen, las más veteranas del grupo con más de 20 años en el club”, recordó y dijo que la producción se realizó de manera independiente y autogestiva.

Para Mertehikian, otro dato central de su película fue mostrar el cruce intergeneracional entre los más grandes y los más pequeños. “Ese intercambio intergeneracional de cuidado, amor y respeto es fundamental para construir una sociedad más empática -dijo-, menos individualista y cruel en el peor de los casos, tanto hacia los mayores como con los menores”.

La directora, que cursó la carrera de Comunicación Audiovisual en la Universidad Nacional de Mar del Plata, empezó a forjar la idea del documental en la cátedra de Ricardo Aiello. Y llegó al Club por una amiga de su familia. “Delia Pezzati fue abuela narradora durante 12 años y nos contaba siempre sus preciosas vivencias”, dijo Mertehikian, una directora que también vivió en España durante casi 20 años y desarrolló el periodismo.