En el último tiempo se ha dado el cierre de una serie de restaurantes tradicionales de Mar del Plata. Los medios, el sindicato de Gastronómicos y mucha gente relacionan este hecho con la situación económica del país y en particular el alto índice de desocupación en la ciudad.

No creo que ni la economía ni la desocupación sean la causa principal del cierre de este tipo de negocios, ni que su incidencia sea elevada, dado que el segmento del mercado, que se ve afectado por los inconvenientes de la economía, no accede al nivel de los restaurantes que están cerrando.

Hay que reconocer que cuando algo sucede, en general, es por más de una causa. Para este caso, la presión tributaria, el incremento de la oferta, la competencia desleal (los que no pagan impuestos) etc., pero nada de esto es nuevo.

Que cambió para que restaurantes con tantos años en el mercado tengan que cerrar? Lo que cambió fue el hábito en el consumo de la sociedad. Hoy la moda son las cervecerías con comidas ligereas, un servicio poco formal y expendio de cerveza artesanal, que en alguna medida a reemplazado la concurrencia a los restaurantes tradicionales.

Las cervecerías son un boom en todo el país. Mar del Plata, en los últimos, años es la ciudad que mayor desarrollo ha tenido en este tipo de negocio, la mayoría con gran éxito en sus ventas y algunas trascendieron las fronteras de la ciudad.

La realidad es que si bien cierran algunos locales, todos los días abre uno nuevo y podemos observar que muchos, de los que sobreviven, lo hacen con alta demanda. La causa principal, por la que cierran los restaurantes tradicionales, es que no se han aggiornado a las nuevas exigencias del mercado y al gusto de los consumidores.

Claro está que el “El cambio es lo único que no cambia” (frase del filósofo presocrático Heráclito de Éfeso), por lo que la adaptación a las nuevas realidades es permanente. Esto volverá a suceder y las cervecerías comenzarán a cerrar. Esperemos que esta moda permanezca un tiempo prolongado, pero todo llega.