El centro del Centenario: un “elefante blanco” abandonado
En 2015 el edificio mostraba más del 80% de su obra ejecutada. Incluso los vecinos habían llegado a anotarse en algunas actividades. Bernardino Rivadavia, un barrio que pasó de la ilusión a intentar sostener un reclamo por cuatro años.
De los dos polideportivos que quedaron inconclusos de la gestión de Gustavo Pulti en 2015 (los centros de los barrios Libertad, Las Heras y Colinas de Peralta Ramos fueron terminados), el ubicado en el barrio Bernardino Rivadavia era el más avanzado con más del 80% de la obra ejecutada y, también, el que más sufrió el abandono de los trabajos de construcción: hubo vecinos que habían llegado a anotarse en las actividades que se habían programado.
En diálogo con LA CAPITAL, Sebastián Olivera, dirigente social del barrio, realizó un breve repaso de lo que fue para la comunidad del barrio pasar de la ilusión de contar con un centro donde acceder a actividad deportivas y culturales a encabezar un reclamo que pronto cumplirá cuatro años sin respuestas.
“Lo que pasó con el polideportivo del Centenario fue muy fuerte porque estaba muy avanzado y eso generó una ilusión en los vecinos. Para que te des una idea, yo llegué a inscribir a una señora para que haga pileta para embarazadas y hoy su hijo tiene tres años”, indicó Olivera al tiempo que trazó un paralelismo con el “Elefante blanco”, el edificio de doce pisos semiabandonado -y ahora en parte demolido- del barrio porteño de Villa Lugano que fue construido para ser “el hospital más grande Latinoamérica”, pero luego del golpe militar de 1955 acabó quedando incompleto y abandonado.
“Es como el Elefante Blanco… un lugar gigante que ahora está totalmente abandonado”, comparó el dirigente y agregó: “La obra era muy importante para los vecinos, y que no se haya terminado genera un retroceso social muy grande porque es como si yo te regalara un par de zapatillas pero nunca te deje usarlas”.
En este sentido, Olivera aseguró que desde iniciada la nueva gestión organizaciones sociales del barrio se unieron para reclamar la reanudación de las obras, algo que, con el correr de los meses y la falta de respuesta, percibieron que sería “complicado”.
“Cuando comenzamos con la lucha del polideportivo, la obra estaba lista en un 80%. Pero nos enteramos que se habían llevado la bomba de la pileta, y ante esa actitud nos dimos cuenta que iba a ser más complejo de lo que esperábamos lograr que se continúen los trabajos”, dijo el dirigente.
A su vez, a la falta de avances se le sumaron las vicisitudes propias del clima. Olivera recordó que un fuerte temporal de 2017 “arruinó parte del techo y las chapas”. “En esa oportunidad llamamos a Defensa Civil porque era un peligro para la comunidad del Centenario que caminaba cerca”, señaló.
“La verdad es que hicimos todo tipo de reuniones y encuentros. Hasta pedimos la Banca 25 donde citamos a todo el bloque de Cambiemos y nunca apareció nadie”, dijo y concluyó: “El tiempo pasó y ahora hasta hay que cambiar el piso porque está lleno de excremento de pájaro”.