El boom del orden: la historia de las “Marie Kondo” marplatenses
Son Lara Espósito y Silvana Demare, dos maestras jardineras que supieron ver una oportunidad de trabajo en la ciudad un año antes del boom del show de Netflix de la popular japonesa. Sus redes superan los diez mil seguidores y cuentan con clientes fijos mensuales.
Lara Espósito y Silvana Demare enseñan la técnica de doblado de ropa.
Incluso aquellos que no están interesados en saber quién es Marie Kondo, lo saben. Difícil es evadir su aparición en redes sociales, portales de noticias o incluso en la plataforma streaming Netflix. Pero para aquellos que aún lograron mantenerse fuera de este fenómeno mundial, Marie Kondo es la autora, empresaria y consultora de organización japonesa que lleva vendidos casi cuatro millones de copias de su libro “La magia del orden” y ayuda a desesperadas familias a, justamente, ordenar sus espacios para llevar felicidad a sus vidas.
El “boom” de este personaje en Occidente fue a partir del primero de enero, cuando Netflix estrenó su show “¡A ordenar con Marie Kondo!”.
Pero un año antes de que muchos marplatenses se familiaricen con este tipo de negocio, Lara Espósito y Silvana Demare ya habían observado el nicho de trabajo y crearon su emprendimiento “Modo orden” .
Son docentes, “amigas de toda la vida” y unas visionarias. Trabajaron juntas en un proyecto de organización de fiestas infantiles temáticas, pero cuando una de ellas se mudó al sur argentino dejaron de ser socias hasta ahora.
Ambas confiesan que intentaron ver la serie de la japonesa pero ninguna de las dos la disfrutó y la dejaron después de los primeros dos capítulos. Sin embargo, coinciden en que gracias a ella ya no tienen que explicar qué es lo que hacen. “Nos viene bárbaro, directamente decimos ‘como Marie Kondo’ y ya todos saben”, dice Silvana.
Comienzos
“Cuando nos decidimos a empezar, pensábamos: ¿Quién nos va a contratar?”, recuerda Lara al considerar que en Mar del Plata “es difícil imponer ideas innovadoras”. Si bien en Europa, Brasil y Japón este tipo de negocios basados en el sistema de doblado aumentaban ferozmente, en Argentina poco se hablaba de ellos.
Tras realizar capacitaciones y “estudiar mucho”, comenzaron con las casas de sus familiares y amigos para practicar. Cuando lanzaron “Modo orden”, los resultados les “sorprendieron mucho”.
Así, descubrieron que desde el momento en que un cliente levanta el teléfono para llamarlas, “está pidiendo ayuda”. “Es que la gente que nos llama lo necesita porque no tiene tiempo de ordenar”, dicen.
Además, destacan la existencia de los “clientes acumuladores”. Es decir, personas que no logran desprenderse de determinados objetivos. Si bien estos casos no son los más frecuentes, si notan, tanto Lara como Silvana, que “a las personas les cuesta mucho desprenderse de sus cosas”.
“Cuando nos decidimos a empezar, pensábamos: ¿Quién nos va a contratar?”, recuerda Lara. Hoy ya tienen diez clientes fijos por mes.
Y ellas colaboran en este proceso y ayudan a sus clientes a descubrir qué es aquello que realmente necesitan y lo que ya no. Esto último, puede ser donado o regalado. “No usamos la palabra tirar”, confiesan.
Metodología
Las marplatenses ofrecen un servicio integral. Llevan a las casas los productos que van a necesitar, incluso los famosos contenedores plásticos, que utiliza Marie Kondo, para organizar la ropa. Su trabajo se cobra por hora.
“Es imposible ordenar sin limpiar”, manifiestan aunque señalan que piden una limpieza previa del lugar. Y los clientes están presentes, de ser posible, para colaborar con qué objetos tirar y para luego saber dónde está ubicada cada cosa. “Algunos clientes confían tanto en nosotras, que nos dan la llave y entramos solas”, cuentan.
Y agregan: “Generalmente nos llaman para un espacio de la casa, por ejemplo el baño, y después se dan cuenta que quieren igual de ordenado el resto de la casa. Cada cierta cantidad de meses, hacemos el mantenimiento”.
Otro servicio que ofrecen, es el de pre y post mudanza para facilitar uno de los momentos más engorrosos de la vida de las personas. “Modo orden” ya tiene unos diez clientes fijos por mes.
Similitudes y diferencias
Marie Kondo llega a la casa de sus clientes, se arrodilla en el suelo y “saluda” al hogar. También abraza la ropa, en demostración de amor por los objetos. “Nosotras no saludamos a las casas, igual nos parece sumamente respetable. Somos más pragmáticas en ese sentido”, dice Silvana.
Pero sí piden a sus clientes que realicen un trabajo introspectivo y no se apeguen a los objetos que hay en el hogar y ya no cumplen una función. “Si damos el ejercicio de pensar si realmente una cosa provoca felicidad“, confiesan.
“Nos viene bárbaro la serie, directamente decimos ‘como Marie Kondo’ y ya todos saben qué hacemos”, dice Silvana.
Además, respecto a la importancia de su trabajo, aseguran que “ordenar el ambiente en el que se vive significa ordenarse a uno mismo internamente”. “Cuando se está en un espacio organizado tu vida y tu tiempo fluyen de otra manera”, coinciden.
Silvana propone un ejercicio:
“Imagínate una mujer (o un hombre) que llega a su casa después de trabajar, está cansada, quiere tomarse un café pero abre la puerta y ve una fila gigante de ropa, tazas sin lavar y camas sin hacer. Esa persona no tiene ganas de ir a su casa. Pero si sabe que está ordenada, es un placer volver”.
Tips de orden
Lara propone una serie de tips para mantener las casas ordenadas. En primer lugar, “el descarte es fundamental”. Luego, “la categorización, hay que buscarle un lugar a cada cosa” y por último “rotular”.
Además destaca la importancia de “incluir a todas las personas que habitan en ese espacio o lo frecuentan” en la actividad.
Sube la venta de contenedores
Una reconocida empresa de venta de productos plásticos para el hogar aseguró que desde enero, coincidente con la fecha de lanzamiento del show de la japonesa, la venta de contenedores de plástico aumentó.
Incluso algunos diseños específicos “se agotaron” y “es común” escuchar a los compradores pedir específicamente aquellos elementos para “organizar la ropa”. La tendencia del orden llegó a Mar del Plata, y Lara y Silvana se convirtieron en las “Marie Kondo” marplatenses.