El Banco Central vendió US$ 640 millones dos semanas antes de la elección
La cifra es casi seis veces menos que los US$ 3.645 millones desembolsados en el mismo período previo a las elecciones presidenciales de 2019.
El Banco Central de la República Argentina (BCRA) vendió cerca de US$ 640 millones en los últimos 10 días hábiles previos a las elecciones legislativas de este domingo, casi seis veces menos que los US$ 3.645 millones que había tenido que desembolsar para satisfacer la demanda del mercado cambiario en el mismo período previo a las elecciones presidenciales de 2019.
La comparación es significativamente mejor también a la que aconteció dos semanas previas al balotaje presidencial de 2015 cuando, en un contexto en el que al igual que ahora regían restricciones para el acceso al mercado de cambios, el Banco Central debió vender unos US$ 1.221 millones para abastecer la demanda de empresas importadoras y bancos en el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC).
Este viernes se vio la jornada más desafiante para la autoridad monetaria, cuando tuvo que salir a vender unos US$ 290 millones en el mercado, el nivel más alto desde la asunción del gobierno de Alberto Fernández.
“La demanda reflejó la preocupación por la proliferación de rumores sobre posibles modificaciones en el esquema de cambios”, aseguraron fuentes del BCRA que, al mismo tiempo, señalaron que “la oferta también reaccionó postergando operaciones, las que se deberán canalizar en la próxima semana”.
“La misma presión se registra previo a cada proceso electoral”, aseguraron las fuentes, que afirmaron que “no está en el Gobierno ninguna discusión al respecto y se ratifica las metas reflejadas en los presupuestos de este año y el proyecto de 2022”.
En lo que respecta a reservas internacionales, el BCRA cerró este viernes con US$ 42.607 millones, apenas US$ 200 millones por debajo del nivel que tenían a principios de noviembre (US$ 42.817 millones) ya que, pese a las ventas en el mercado de cambios y pagos de intereses por el crédito del FMI, ingresaron US$ 792 millones en los últimos días provenientes de organismo multilaterales de crédito (US$ 295 millones de la CAF, US$ 438 millones del BID y US$ 59 millones del Banco Mundial).
Una situación completamente distinta a la que se dio en las dos semanas previas a los comicios presidenciales de 2019 cuando las reservas cayeron de US$ 47.859 millones a US$ 43.551 millones (- US$ 4.308 millones), producto de las ventas en el mercado cambiario y el pago de títulos de deuda que aún no habían sido reestructurados.
Más modesta había sido la caída de reservas en 2015, cuando pasaron de US$ 26.440 millones el 9 de noviembre a US$ 25.841 millones (-US$ 601 millones) el día 20 del mismo mes.
El mayor impacto de la tensión cambiara de las últimas semanas se notó, en cambio, en las brechas con las cotizaciones paralelas, tanto en el mercado bursátil donde la diferencia entre el dólar mayorista (que cerró a $ 100,22 por unidad) y los dólares MEP y CCL rondó el 84%, mientras que la distancia con el dólar blue fue de casi el 100%.
En ese sentido, el dólar blue cerró su cotización en $ 200 por unidad, según el relevamiento de distintas fuentes del mercado informal, mientras que las cotizaciones del MEP y CCL rondaron los $ 184 por cada dólar.
“En los años donde hay procesos electorales siempre se desatan especulaciones sobre el mercado cambiario”, dijo semanas atrás el presidente del BCRA, Miguel Pesce, a lo que se suma el habitual “estrés” que acontece en esta época del año cuando “dejan de entrar los recursos provenientes de las cosechas gruesas y finas”.
“Estamos en ese momento, creo que lo vamos a atravesar con éxito, como lo atravesamos el año pasado”, sostuvo Pesce, a la vez que afirmó que la autoridad monetaria tiene “capacidad de proteger las reservas y cuidarlas para aquellos que ahorran, que producen y que invierten”.
Al respecto, el Central tomó una serie de medidas en las últimas semanas para limitar la posición neta de dólares que tienen los bancos en sus balances, con la idea de quitarle presión al mercado, aunque liberó el acceso para importadores de insumos intermedios y bienes de capital, de modo de no afectar el nivel de actividad económica.
“Hay momentos donde podemos relajar las regulaciones cambiarias a favor de la producción, de la inversión y del intercambio y, en otros, es necesario introducir alguna regulación para evitar un desborde que comprometa la estabilidad cambiaria”, afirmó Pesce.