El ataque a Pearl Harbor: un punto de inflexión en la historia del siglo XX
Un análisis de Eduardo Balestena.
Por Eduardo Balestena
“El domingo 7 de diciembre de 1941 la flota norteamericana del pacífico fue atacada y parcialmente aniquilada por los japoneses en Pearl Harbor, ello condujo a la entrada de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial.”
Tal es el enunciado de la escena inicial de la película ¡Tora, Tora, Tora! (¡Tigre, tigre, tigre!) (1970)que recrea los antecedentes del ataque a Pearl Harbor y su desarrollo.
Un imperio en expansión
Desde 1931, en que el ejército, sin conocimiento del gobierno civil, invadió Manchuria, el Japón, bajo la dictadura militarista de dicha arma, buscaba expandirse a los fines de conseguir recursos para su maquinaria bélica y formar, bajo su dominación, un vasto imperio en el pacífico. Hubo persecuciones y asesinatos de políticos contrarios a esta postura. El mismo almirante Yamamoto (1884-1943), arquitecto del ataque a Pearl Harbor fue amenazado.
En 1937 Japón invadió China y produjo la masacre de Nankín, con el asesinato de unas doscientas mil personas. Ello provocó el rechazo del mundo y la imposición de un embargo de materias primas por parte de Estados Unidos y más adelante, al producirse la invasión de la Indochina francesa (1940), hubo nuevas restricciones, entre ellas a las exportaciones de petróleo -que cesaron en julio de 1941- que significaban un 80%del consumo de Japón, que de inmediato aprovechó la guerra en Europa, con la consiguiente debilidad de las colonias en el pacífico, para planear la invasión de Tailandia, Birmania, Hong Kong, la isla Wake, Guam y las Indias Orientales Neerlandesas.
El mecanismo de los hechos
Los hechos políticos condicionantes están dados por la firma por parte de Japón del pacto tripartito (con Alemania e Italia), el 27 de septiembre de 1940, con lo cual el imperio pasó a formar parte del eje y dejó de ser aliado de Estados Unidos.
La invasión japonesa de la Indochina Francesa es otro hecho político decisivo, porque, a no ser que hubiera un acuerdo con Estados Unidos para dejar actuar al imperio en el pacífico, ello significaba que la guerra sería inevitable.
Un hecho estratégico muy relevante fue el envío, en septiembre de 1940, de la flota del pacífico desde su sede de San Diego a la base de Pearl Harbor, en la Isla Oahu, en el archipiélago de Hawaii. Estados Unidos buscaba fortalecer la situación de sus territorios en el pacífico. En lugar del valor disuasivo de las ambiciones expansionistas japonesas que se esperaba lograr Japón lo consideró una amenaza.
En una misión nocturna, el 11 de noviembre de 1940, los británicos llevaron a cabo un ataque nocturno con aviones biplanos Fairey Swordfish, que despegaron desde el portaviones Illustrious. Armados con torpedos hundieron 3 acorazados en las aguas poco profundas de Tarento, diezmando a la flota italiana. Dicha operación hizo temer al Almirante James Richardson –comandante de la flota americana hasta febrero de 1941,fecha en que fue relevado del comando por Roosevelt ante su postura crítica al traslado de la fuerza de San Diego a Pearl Harbor- e inspiró Yamamoto para su plan de ataque.
El capitán Minoru Genda desarrolló el plan de ataque y el comandante Mitsuo Fuchida, que había estado a cargo del largo entrenamiento de los pilotos, lo dirigió desde un avión torpedero Nakajima. Gordon Prange –autor del libro Tora ToraTora, producto de su investigación de más de diez años- entrevistó a ambos unas 70 veces durante su estadía en Japón. El episodio 6 del documental británico Theworld at war (1973) incluye las versiones de estos dos oficiales.
Mientras el embajador japonés en Estados Unidos Kichisaburō Nomura y el enviado especial Saburu Kurusu(que fue quien, en representación del Japón firmó el pacto tripartito en Berlín) llevaban a cabo gestiones diplomáticas ante el gobierno de Estados Unidos para lograr el levantamiento del embargo petrolero a cambio de detener el avance sobre Indochina, la flota de ataque (KidōButai), comandada por el contralmirante Chuichi Nagumo –compuesta por los portaviones Akagi, Kaga, Sōryu, Hiryu, Shōkako y Zuikaku, dos acorazados, dos cruceros pesados, tres cruceros, nueve destructores y tres submarinos, partía de la bahía de Hitokappu, en el archipiélago de las islas Kuriles.
Deberían poder navegar once días sin ser detectados, bajo un estricto silencio y recurriendo a señales luminosas, a lo largo de las 3.500 millas que separaban la bahía de Hitokappu de la isla Oahu y poder regresar. El 2 de diciembre, habiendo expirado el período de negociaciones diplomáticas, fue transmitida a la fuerza de tareas la consigna: “Escalen el monte Niitaka” que significaba que la operación seguiría adelante.
“Operación magia”
Desde la década de 1920 los Estados Unidos desarrollaron técnicas para descifrar los mensajes japoneses.Tal como lo recrea la película de referencia, la marina contaba en 1941con personal especializado en descifrar los mensajes entre el gobierno de Tokio y sus embajadas. En la película aparece una vasta y ajetreada oficina dedicada a la actividad. En la realidad se trataba de un piso entero con una dotación de 200 personas en la sede de la fuerza naval, en Washington. A dicha actividad de desciframiento se le llamó “operación magia.” Washington contaba con cuatro máquinas de descifrar mensajes, la base de Filipinas con una pero Pearl Harbor no tenía ninguna.
Tokio envió a la embajada el aviso de que el 6 de diciembre se recibiría un extenso mensaje en 14 partes, de las cuales, a la hora 21 de Washington, habían sido recibidas 13. La siguiente lo sería el domingo 7. Se interpretó que ello significaba una especie de ultimátum, pero nada mencionaba dónde sería el ataque, que el Estado Mayor supuso que se produciría en las Filipinas, Manila, la península Kra o Borneo.
El ataque
La fuerza de ataque llegó al punto de lanzamiento, a 220 millas de la isla de Oahu sin ser detectada. El informe de inteligencia había establecido que los portaviones, blancos principales de la operación, no se encontraban en la base, no obstante, se decidió proseguir con el ataque.
A las 6,20 del día siguiente despegó la primera oleada de 183 aviones. El primero en decolarlo hizo desde el portaviones Akagi, buque insignia de la fuerza de tareas, fue el caza Mitsubishi zero tripulado por el capitán de corbeta Shigeru Itaya, jefe del grupo de 42 aviones caza, encargados de ametrallar instalaciones y proteger a los aviones bombarderos y torpederos. El primer torpedero Nakajima, con el comandante Fuchida a bordo, despegó poco después, junto con los otros 48 aviones torpederos. Luego lo hizo el capitán de corbeta Kakuichi Takahashi desde el portaviones Shokaku en el primer bombardero Aichi. La primera oleada fue completada con los otros 40 torpederos que despegaron del Akagi al mando del capitán Shigerahu Murata.
A las 7, 15, despegó una segunda oleada de 170 aviones, bajo el mando del capitán Shizekazu Shimazaki, con asiento en el Zuikaku. Treinta cazas zero quedaron para proteger a la fuerza de ataque.
El destructor Ward detectó, hacia las 6,45, la presencia de un mini submarino que intentaba colarse a Pearl Harbor entre el destructor Antares y el blanco que remolcaba y, luego de habérsele hecho los primeros disparos de las hostilidades, fue hundido por dos cargas de profundidad. Hecho el aviso al centro de informaciones, el capitán a cargo no le dio importancia y no fue emitida ninguna alerta.
Hacia las 7 de la mañana el soldado George Elliot captó, en la instalación experimental de radar de Punta Opana, al norte de la isla, una amplia formación de aviones a 145 millas que volaba en dos grupos. Se comunicó con el Centro de Informaciones y el Teniente Tyler, sin verificar la información, le contestó que no se preocupara, suponiendo que la señal correspondería a los 12 bombarderos B- 17 que venían de California. Cuando a eso de las 7,50 llegaron los aviones japoneses encontraron que no había aviones de patrulla ni indicios de fuego antiaéreo. Fuchida entonces radió el aviso: “Tora, Tora, Tora”, que significaba que el efecto sorpresa en que se basaba la operación había sido logrado.
A las 7,55 Takahashi, liderando los aviones torpederos de los portaviones Kaga y Akagi, atacó los aeródromos Wheeler y Hickam, del ejército y luego las instalaciones de Ford Island, cerca de Battleshiprow, la línea donde estaban anclados los navíos. A los siete minutos de comenzado el ataque ya se habían producido enormes daños y grandes columnas de humo espeso ascendían al cielo. El primer blanco fue el Utah. Le siguieron el Helena, Oglala, Raleigh, Nevada, Arizona, Tenesee, West Virginia, Maryland, Oklahoma y California y una serie de navíos de menor envergadura.
Debido a que la munición era guardada en el interior delos buques, tuvo que ser transportada a mano hasta las piezas antiaéreas, lo cual, sumado a la sorpresa, demoró la respuesta del fuego, que, pese a todo, a poco de comenzar el ataque fue muy nutrido, a grado tal que fueron derribados –por ese medio y por el ataque de seis cazas P- 40 que consiguieron despegar- 29 aviones japoneses, de ellos, 18 eran torpederos del Kaga, con un resultado de 55 bajas.
La primera oleada fue completada a las 8, 30, es decir, unos cuarenta minutos de ataque. A las 8, 55 llegó la segunda.
Los B -17 que llegaban desde el continente, sin municiones ni combustible, se encontraron en medio del ataque de la segunda oleada, que bombardeó, ya bajo nutrido fuego antiaéreo, Hickam, Ford Island, Bellows y Kaneohe.
Poco después de las 8 una primera bomba impactó en la cubierta del Arizona y llegó hasta un alojamiento de oficiales. Un minuto más tarde, se produjo un nuevo ataque y una de las bombas, luego de atravesar cuatro cubiertas, estalló en el polvorín del acorazado y se produjo una explosión de tal magnitud que el buque se hundió en nueve minutos. Perecieron allí 1107 hombres (la pérdida más grande en la historia naval norteamericana), muchos de ellos, eran hermanos. Las dotaciones con hermanos eran algo corriente en esa especie de ciudades que eran los buques de guerra.
Hacia las 10 el ataque había finalizado, dejando un total de 2403 muertos de las distintas dotaciones y 48 civiles, muchos de ellos víctimas de fuego amigo. Hubo asimismo 1178 heridos.
Fuchida intentó que despegara una tercera oleada para tratar de buscar a los portaviones, que no se encontraban en la base y destruir los depósitos de combustible y diques secos, pero el contralmirante Nagumo decidió regresar para preservar la fuerza de ataque, vital para la guerra que acababa de comenzar. Los buques cisterna ya navegaban al punto de encuentro para reabastecer a la flota, que se encontraba a distancia operativa de los aviones americanos con base en tierra. De prolongarse la operación podría finalizar en las horas de la noche; a diferencia de los británicos, los aviones japoneses no podían en todos los casos operar en vuelo nocturno.
Las consecuencias
Al saber que el ultimátum había sido entregado 50 minutos después de iniciado el ataque y no media hora antes, lo que equivalía a que no se tratara de una guerra franca y honesta, Yamamoto dijo que nada podría enfurecer más a los norteamericanos. También muchos de los pilotos consideraron que el ataque había sido deshonroso.La película concluye con la famosa frase que se atribuye al almirante Yamamoto: “Me temo que sólo hemos logrado despertar a un gigante dormido y llenarlo de un terrible propósito.”
Al día siguiente, en su famoso discurso Roosevelt señaló a la fecha del ataque como la fecha de la infamia.
El ataque logró unir a una nación dividida entre la postura de ayuda a Inglaterra y la aislacionista, e iniciar una guerra sin misericordia.
Pese a proseguir su expansión en el pacífico hasta junio de 1942, Japón debió sufrir los primeros reveses ya en febrero, con el ataque a la avanzada de Rabaul; el 18 de abril con el primer bombardeo a Tokio, llevado a cabo por 18 aviones B-25 que despegaron del portaviones Hornet; el 7 de mayo con la batalla del Mar de Coral y entre el 4 y el 7 de junio con la batalla de Midway, en la cual los japoneses perdieron el grueso de su flota y comenzaron una guerra defensiva. Hacia 1944 las 31 unidades que integraron la fuerza de ataque a Pearl Harbor habían sido hundidas. Hacia el fin de la guerra tampoco existían aviones de combate.
El almirante Yamamoto fue blanco de una misión especial, el 18 de abril de 1943, decidida por el almirante Chester Nimitz tras ser descifrados mensajes con la máquina “magic” que daban cuenta del desplazamiento del almirante desde Rabaulpara una visita en instalaciones en las islas Salomón y Nueva Guinea, en la cual una escuadrilla de 18 aviones P-38 especialmente equipados para volar la distancia de 1000 km de ida y vuelta, derribaron al avión en que viajaba y a su escolta.
El contralmirante Nagumo se quitó la vida ante la derrota de Saipán, el 6 de julio de 1944. Luego de la toma de IwoJima los bombarderos B-29, una nueva generación de aviones concebidos para el propósitode bombardear Japón, no corrían el riesgo de ser detectados por el radar y pudieron intensificarse los ataques y posibilitar que cazas los Munstang P-51 pudieran escoltar a los bombarderos. Ello significó quefueran llevados a cabo los ataques sistemáticos con bombas incendiarias que destruyeron Japón y produjeron uno de los mayores holocaustos contra la humanidad con esas incursiones y los primeros ataques nucleares.
Si bien fue severamente dañada una gran cantidad de buques sólo dos acorazados (el Arizona y el Utah) se perdieron definitivamente. El resto pudo ser reflotado. También fueron destruidos 188 aviones y dañados 159. La base volvió a operar nuevamente antes de seis meses y el arma usada a partir de entonces contra losjaponeses fueron los portaviones, la misma que ellos habían utilizado para el ataque.
Yamamoto no consideró las consecuencias que el ataque podría tener a largo plazo y, como lo haría en Midway, confió en que ninguno de los muchos elementos de la compleja operación fallara. En ambos casos las consecuencias fueron más allá de lo previsible.
Los americanos, por su parte, fallaron en sus mecanismos de comunicación, al no revelar claramente al almirante Kimmel y al general Short –el primero jefe de la flora del pacífico y el segundo a cargo de la base- la realidad de la situación, argumento que fue la base de su defensa en una de las ocho investigaciones del congreso iniciadas después del ataque.
Un hecho de esa magnitud no puede ser responsabilidad de dos comandantes sino todo de un sistema.
Más lejanamente, Pearl Harbor condujo al primer enfrentamiento nuclear.
El 2 de septiembre de 1945 Japón se rindió a bordo del acorazado Missouri, hoy anclado a muy poca distancia del Arizona, cuyo hundimiento marcó el comienzo de la guerra para Estados Unidos.
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