Pablo Falcone
Twitter: @pmfalcone

El secretario general del gobierno bonaerense, Fabián Perechodnik, no esquiva la pregunta y le responde al intendente Carlos Arroyo.”El apoyo a Mar del Plata no está atado a ninguna coyuntura electoral”, dice. Así busca cerrar un nuevo capítulo de las continuas diferencias entre la gestión de María Eugenia Vidal y el jefe comunal. La última se produjo el miércoles cuando Arroyo aseguró que la ciudad recibe mucha ayuda porque “Cambiemos tiene que ganar”.

“Desde que asumieron el presidente Mauricio Macri y la gobernadora María Eugenia Vidal tomaron a Mar del Plata como una de sus principales prioridades de gestión”, cuenta el ex director de consultora Poliarquía en una entrevista con LA CAPITAL. Lo acompaña el diputado provincial y jefe de campaña de Cambiemos en la ciudad, Maximiliano Abad.

– ¿Cómo se demuestra esa prioridad por Mar del Plata?

– Con la cantidad de obras nacionales y provinciales que están viniendo a Mar del Plata y con las que van a seguir viniendo. Mar del Plata es una de las principales ciudades de la Argentina y una de las principales ciudades de la provincia de Buenos Aires.

– Pero para el intendente el apoyo se debe a la coyuntura política.

-El apoyo no está atado a ninguna coyuntura política ni electoral. Está atado a una necesidad que los marplatenses tienen de tener respuesta del gobierno nacional y provincial. Las cuestiones no tienen que ver con una coyuntura política determinada, tienen que ver con entender que Mar del Plata ha estado muchos años postergada. La ciudad ha tenido un crecimiento muy importante y hay una problemática social que hay que hay atender y en ese contexto se viene trabajando desde el gobierno nacional y provincial.

– ¿Si hubiera un intendente de otro partido político al gobierno también le importaría tanto Mar del Plata?

– Al gobierno le importa Mar del Plata porque es una de las ciudades más importantes de la Argentina y de la provincia de Buenos Aires. Lo hemos demostrado con hechos concretos. Las veces que ha venido la gobernadora, el presidente y los ministros y la cantidad de obras y de recursos de Nación y de Provincia que se destinan a la ciudad hablan por sí sólo de eso.

– Más allá de Mar del Plata, ¿cómo encara Cambiemos la recta final de la campaña?

– Hay una campaña provincial que encabeza María Eugenia vinculada a mostrar la gestión, pero fundamentalmente a pedir que nos acompañen por todo lo que falta hacer que es mucho más de lo que hemos hecho. María Eugenia habla siempre de que hemos empezado un camino y que lo importante es continuarlo. En ese camino hemos triplicado la inversión en obra pública en la provincia y hemos privilegiado tres grandes áreas que tienen que ver con infraestructura, seguridad e inclusión social.

– ¿Alcanza con mostrar la gestión cuando hay muchos reclamos de personas con necesidades?

– La campaña se basa fundamentalmente en mostrar la gestión y en mostrar el camino que se ha iniciado en la provincia. Pedimos que nos acompañen para continuar en este camino del cambio. En paralelo también queremos contarles a los que el cambio no les ha llegado, que es lo que estamos haciendo para mejorar la vida de los bonaerenses.

– ¿La elección es un plebiscito para la gestión de Cambiemos?

– Todos los procesos electorales son distintos. El del 2015 tenía particularidades a nivel nacional y de la provincia de Buenos Aires. Por mi anterior trabajo profesional, tiendo a desdramatizar estas cuestiones. Todas las elecciones dejan siempre un mensaje y marcan algo. Sin duda esta elección no va a sé una excepción y va a marcar algo. Pero yo no diría que es un plebiscito ni un punto de inflexión.

– Entonces, ¿qué tipo de elección es?

– Es una elección importante y obviamente un buen resultado para el oficialismo va a ayudar a consolidar este camino del cambio. Pero llevamos menos de veinte meses en el gobierno. Recién empezamos a transitar el camino.

– ¿Un resultado negativo qué significaría?

– Cambiemos va a tener un buen resultado a nivel nacional en término de diputados y de senadores. En la provincia de Buenos Aires va a pasar lo mismo. ¿Un resultado negativo? Es difícil identificar que es positivo y que es negativo. Me parece que en términos objetivos, más allá de la identificación política, va a haber más diputados y senadores de Cambiemos. El resultado negativo podrá darse eventualmente en uno de los cuerpos de la boleta, pero en términos globales creo que Cambiemos va a hacer una buena elección.

– Cristina vuelve a estar en el centro de la escena política. Hay quienes dicen que al gobierno se le fue la mano con incentivar la grieta. ¿Cree que es así?

– A mí no me gusta el planteo si la grieta sirve o no. Las divisiones siempre son negativas. Dividir no sirve, más que nada cuando venimos de un proceso político de los últimos doce años donde se había hecho de la confrontación y la división un mecanismo desde los lugares más altos del gobierno. No me gusta plantearlo en esos términos. Evidentemente hay sectores de la sociedad que se identifican de un lado o del otro y la grieta está más allá de la voluntad que uno puede tener existe. Hay que entender a la gente que tiene ideas diferentes y puntos de vista distintos. Los que estamos en posiciones de acompañar a los que lideran el proceso político de estos tiempos tenemos un trabajo para superar esas divisiones. Mauricio gobierna para todos los argentinos y María Eugenia es la gobernadora de todos los bonaerenses.

– ¿Cómo explica el fenómeno de Cristina que después de una derrota electoral resurge con fuerza y vuelve a ocupar la centralidad de la política?

– Cristina fue protagonista de la vida política de la Argentina en los últimos doce años. Si uno mira eso, el último proceso que se presentó sacó 54% en todo el país. Hoy estamos discutiendo si saca 30 puntos en la provincia de Buenos Aires. Entonces, no es cierto que Cristina es la protagonista excluyente de esta elección.

– Pero tampoco es una dirigente para minimizar.

– Obviamente es una figura política importante. Las PASO son la gran encuesta y la elección que vale es la de octubre. Ahora estamos discutiendo si Cristina puede representar a un tercio del electorado de la provincia de Buenos Aires. Hay un sobredimensionamiento de esto. No es poco representar un tercio del electorado de la provincia de Buenos Aires, pero no nos olvidemos que venimos de un candidato que sacó el 54% de los votos a nivel nacional.

– Hoy la mayoría de las encuestas dan a Cristina como ganadora. Si Vidal lo llama y le pregunta cómo hay que hacer para ganar esta elección, ¿qué le dice?

– Le diría que sigamos haciendo lo que estamos haciendo que está bien. Estamos diciendo la verdad. La estrategia es contarles a los 16 millones y medio de bonaerenses cuál es el camino que hemos elegido para hacer cambios que duren. No estamos haciendo cosas para ganar la elección; estamos haciendo cosas para mejorarle la vida a millones de vecinos que hace muchos años no viven bien. Ese es un trabajo que no se revierte ni en 20 meses ni en un mandato. Entonces lo que le diría a la gobernadora es que sigamos transmitiendo este mensaje porque es el de decirle la verdad a la gente. La mejor campaña es decir la verdad. Nos podrá ir un poco mejor o nos podrá ir no tan bien, pero vamos a estar siendo coherentes con lo que creemos que hay que hacer.

– ¿Cómo ve la campaña de Cristina?

– Cristina no muestra su lista de candidatos, no va a eventos ni camina la calle ni toca timbre. Entonces, no es la Cristina del discurso sino que es la Cristina de la realidad que debe estar cuidada. En cambio, todos nosotros hablamos con la gente todo el tiempo cara a cara. Hay gente que nos apoya y otra que nos dice que la está pasando mal. Cristina no puede hacer eso en ningún lado.

– ¿Dice que Cristina no puede salir a la calle?

– No sé si no puede salir a la calle, pero evidentemente tener una campaña tan cuidada denota que no tiene la misma capacidad de contacto con la sociedad que la que tenemos hoy los que estamos en Cambiemos.

– Viene del mundo de las ciencias políticas y las consultoras, ¿hay que creerles a las encuestas?

– Las encuestas son como siempre un instrumento que ha tenido dificultades en el último tiempo no sólo en la Argentina sino también en el mundo. Cuando uno mira los procesos de Francia, Escocia, el Reino Unido… Hay mucha discusión sobre las encuestas. Entonces hay que mirarlas como un dato más. Hay que ver también cuándo se hizo y tener en cuenta la ficha técnica.