El anciano asesinado vendía drogas en el barrio Jorge Newbery
Omar Ramón Sábado (79) tenía varios antecedentes delictivos. El cadáver fue hallado hoy por su sobrina y por la violencia del ataque, sospechan que se trató de un ajuste de cuentas.
Como todos los días, la mujer arribó al kiosco que posee en el barrio Jorge Newbery para comenzar con la atención al público. A pesar de que no tenía la mejor de las relaciones con su tío, de 79 años, hoy al mediodía caminó los pocos metros que separaban el local de su casa para visitarlo: fue entonces cuando halló el cadáver del anciano desfigurado por un mazazo en la cara.
El crimen de Omar Ramón Sábado se había producido alrededor de doce horas antes del descubrimiento hecho por su sobrina a las 11 en el interior de su vivienda tipo PH ubicada en Moreno al 9300.
La casa no presentaba forzados sus accesos, por lo que el fiscal Eduardo Amavet y personal policial de la comisaría decimosegunda -con jurisdicción en el lugar del asesinato- que investigan el caso sospechan que el o los homicidas podrían ser personas del entorno de la víctima.
Es que para los pesquisas la principal hipótesis sobre el crimen es que se trató de un ajuste de cuentas, ya que Sábado era un conocido vendedor de drogas. De hecho, tenía al menos dos causas penales por “infracción a la ley de Estupefacientes 23.737” con fines de comercialización.
Además del desorden del mobiliario, indicio de que habría existido una feroz pelea entre dos o más personas, los uniformados no registraron faltantes de importancia. Es más, hasta encontraron algo de dinero -en cambio- y cocaína que, al parecer, podría haber sido utilizada para consumo personal.
Dichos aspectos, sumados a la extrema violencia con la que se cometió el asesinato, hace sostener al fiscal Amavet que el principal móvil del ataque fue un ajuste de cuentas o una venganza. Si bien aún no hay sospechosos, y tampoco se descarta que de la casa haya existido un robo, los investigadores creen que el homicidio está vinculado a la venta de narcóticos.
Por eso las fuentes extraoficiales que consultó LA CAPITAL hacen hincapié en que a Sábado lo mataron de un mazazo en la cara. Y también destacan que el ataque podría haber sido cometido por más de una persona, aunque todavía no hay sospechosos.
“Tenía la boca y la nariz rota, estaba desfigurado”, contó un informante en diálogo con este medio. Y agregó: “Le dieron con una maza en el medio de la cara”.
Para determinar el móvil del crimen serán claves, además de los peritajes que realizó la Policía Científica en la casa, las declaraciones de los familiares de la víctima. Según trascendió, Sábado vivía solo, tenía una hija y un nieto de 5 años, además de la sobrina que regenteaba el kiosco ubicado al lado del inmueble y con la que no tenía una buena relación.
Otro dato que recabaron los investigadores durante la jornada de ayer es que la propiedad en la que apareció el cadáver de la víctima había sido allanada en distintas oportunidades años atrás. Y también confirmaron que en el interior de la casa “estaba todo revuelto”, signo de que habría existido una pelea.
El fiscal Amavet aguardaba por el resultado de la autopsia al cuerpo de Sábado para avanzar con las averiguaciones en el marco del caso. Por su parte, personal de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) recibiría en las próximas horas la causa para sumarse al trabajo realizado el de los efectivos policiales de la comisaría decimosegunda.