Las cineastas argentinas Cecilia Atán y Valeria Pivato ponen el amor maternal a prueba en ‘La llegada del hijo‘, su segunda película juntas, que se estrenó en el 72° Festival de San Sebastián y compite por el premio New Directors.

El reparto de esta coproducción hispanoargentina, que cuenta con la colaboración especial de la actriz española Greta Fernández, lo integran dos reconocidas intérpretes argentinas, Maricel Álvarez y la veterana y “sabia” Cristina Banegas, además del joven Ángelo Mutti Spinetta, hijo de actores y nieto del músico Luis Alberto Spinetta.

Las directoras firman también el guion, que aborda la relación de Sofía con su hijo Alan, que regresa a casa tras varios años recluido en un centro de menores por un crimen del que poco a poco se van conociendo detalles.

El reencuentro incomoda a ambos por una separación que parece haberlos distanciado y que les incapacita para comunicarse. Un atmósfera gris envuelve el transcurrir de sus días, mientras la madre sufre en silencio un secreto y profundísimo duelo y la abuela (Banegas) vive la situación con el mismo pragmatismo con el que enfrentó la detención de su nieto.

Tras su primer largometraje, ‘La novia del desierto’ (presentada en la sección Un Certain Regard del Festival de Cannes y en Horizontes Latinos de San Sebastián en 2017), sintieron que debían hacer de nuevo “equipo creativo” y dar además “una continuidad simbólica” a ese filme de debut, una historia de soledades sobre una empleada de hogar que pierde su trabajo tras años dedicados a los demás.

“Queríamos profundizar en conceptos que tienen que ver con el mundo femenino, cuestionar algo que históricamente es casi sagrado y que tiene que ver con la incondicionalidad, con la abnegación de una madre para con sus hijos. Fue como un desafío llevarlo como al extremo”, explica Pivato en una entrevista con EFE.

Su compañera remarca que “la realidad es que hay una mirada hegemónica patriarcal sobre la incondicionalidad de la mujer y la maternidad casi como único destino” cuando “al mismo tiempo hay tantas madres como mujeres en el mundo”. “Para nosotras, se trataba de aportar una posición más nueva sobre estos temas”, añade Atán.

Pivato opina que en la literatura se ha tratado la maternidad desde un enfoque más diverso porque la literatura “da lugar al imaginario, a un mundo que el lector puede completar sin gestos tan precisos, sin silencios, sin acciones, sin mirada”.

“El cineasta tiene que ser más preciso. Nosotras, en nuestra manera de construir dramáticamente las películas nos apoyamos mucho en los gestos, en los silencios, en contar con muy poco algo que tiene un significante bastante más grande. Y eso, el elenco lo entendió perfectamente”, afirma.

Cuando Maricel Álvarez, que se dio a conocer con ‘Biutiful’ de Alejandro González Iñárritu, leyó el guion pensó en el “coraje” de las dos directoras al poner en cuestión un asunto complejo como este y hacerlo que una manera “que no resiste análisis maniqueos”.

“Nuestro desafío era que Maricel habitara a Sofía y no la interpretara”, apostilla Pivato, que explica que partieron de un “mapa de posibilidades” para conformar el reparto y al final lo lograron con una actriz como ella que hacer “volar” a su personaje, con “una maestra de actuación” como Banegas, con un actor como Spinetta, que fue “una revelación” y con Greta Fernández, que participó en la primera semana de rodaje y que “dejó una estela muy luminosa” a su marcha que “emocionó” a todos.