En el acto de esta tarde, que reunió a más de 350.000 personas, las cinco centrales obreras reiteraron su reclamo para declarar la emergencia ocupacional, insistieron en que el salario no es ganancia, exigieron la plena vigencia del 82 por ciento móvil y ratificaron la plena vigencia del derecho de huelga sin ningún protocolo de seguridad.

Hugo Moyano, secretario general de la CGT Azopardo, dijo ante la multitud que iban “a reclamar poder vivir con dignidad” y advirtió que si no hay leyes que beneficien a los trabajadores “que no les quepan dudas” porque los van a enfrentar.

Por su parte, Antonio Caló, secretario general de la CGT Alsina, anunció que las tres CGT se unificarán el 22 de agosto, día del renunciamiento histórico de Evita.

En un documento leído por el dirigente Juan Carlos Schmid, las centrales sindicales advirtieron que “este es un llamado de atención al Gobierno, que debe realizar anuncios concretos” porque “el pueblo argentino sigue con inocultable preocupación la evolución de las medidas económicas hasta aquí aplicadas” por el gobierno de Mauricio Macri ante los efectos de “la inflación, la devaluación” y “la caída del empleo público y privado”.

En ese marco, reclamaron la sanción de “una ley de emergencia ocupacional” que el Presidente amenaza con vetar si es aprobada por el Congreso y llamaron a la unidad de todo el sindicalismo argentino.

“Está claro que la sola herramienta paritaria para actualizar salarios no basta para la obtención de igualdad de partes”, señaló el documento, y agregó: “Exigimos que el Poder Ejecutivo Nacional informe sobre el plan antiinflacionario que dice estar en marcha y cuáles son las herramientas para devolver la actividad”.