MIRAMAR (Corresponsal)- El 23 de marzo de 2019, tras unas horas de agonía falleció en el Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA) Carlos Bustamante (63), víctima de una salvaje agresión que le había dejado un severo traumatismo de cráneo, con un ojo comprometido y lesiones punzocortantes en varias partes de su cuerpo.

Pese a diferentes maniobras y coartadas para distraer la labor de los investigadores, finalmente la Justicia ordenó detener a su mujer, Verónica González (53) e imputarla por “homicidio agravado por el vínculo y por alevosía”.

Hasta el día de hoy, la mujer permanece detenida en la Unidad Penal Nº 50 de Batán, guardando un “silencio perpetuo”, similar a la pena que podría recibir, si en el juicio que comienza el próximo 12 de diciembre, y se extenderá por cuatro jornadas, la encuentra culpable.

Según se informó a LA CAPITAL, durante el proceso que encabezará el Tribunal Oral en lo Criminal N°4 del Departamento Judicial de Mar del Plata, se espera el aporte de unos 40 testigos civiles, más unos cuantos efectivos policiales y 5 peritos.

“Igualmente esa lista se va a pulir antes de la fecha indicada y quizá algunos queden afuera”, indicaron fuentes judiciales a este diario.

Más allá de negarse a declarar y no dar ningún indicio sobre el hecho, para la Unidad Fiscal de Miramar, en ese momento a cargo de Florencia Salas, y actualmente con Ana Caro a la cabeza, no hay dudas de que González mató a Carlos Bustamante entre la madrugada y mañana del 22 de marzo de 2019 en el interior de la vivienda que ambos compartían, ubicada en la calle 27 entre 46 y 48 de esta ciudad balnearia.

Justamente, el domicilio es un dato clave, no sólo para resolver la condena de González por el crimen de su ex marido, sino también porque allí también fue asesinado el hijo de ambos, Gastón Bustamante (12), el 21 de noviembre de 2011.

En ese sentido, y teniendo en cuenta la similitud de los episodios, Caro intentará esclarecer la muerte del niño. Para esto será determinante la actitud de la acusada, de quien se sospecha, podría continuar con su actitud indiferente y sin emitir palabras sobre los hechos.

No obstante, la intención de la titular de la UFI de Miramar es probar el modus operandi y la correlación de ambos hechos para luego del debate lograr una imputación en esa causa, que de no conseguir nuevos elementos podría prescribir durante 2023.

Cabe recordar, que, por el crimen de Gastón Bustamante, en su momento fue acusado Julián Ramón, pareja de Rocío, hermana mayor de la víctima.

Finalmente, pese a la acusación del fiscal Rodolfo Moure, la causa no pudo avanzar claramente por lo que, tras permanecer preso durante unos 4 meses, el joven fue declarado inocente y finalmente el 16 de septiembre de 2021 la Corte Suprema confirmó su sobreseimiento definitivo.