“Los caminantes conscientes detenemos la mirada en nosotros mismos y en la naturaleza, sabiendo que somos uno. Volvamos a casa, al movimiento sensato, caminemos bajo el sol naciente de Mar del Plata…¡Caminemos!“, arenga la profesora de yoga Alicia Ciribe que, cada amanecer, sale a recorrer la costa marplatense junto a un grupo con el que comparte la actividad. E invita a todos a sumarse ya que se trata de “una práctica saludable, en la hermosa costa, sin cargo”, añade.

“Hace 20 años que camino por la costa de nuestra ciudad maravillosa, con lluvia, viento o sol, por sugerencia de mi médico clínico Gustavo Blanco. Y hasta me mudé frente al mar, ya que los beneficios son ilimitados y mi vida cambió por completo”, cuenta sobre su experiencia la también integrante del laboratorio Fares Taie.

Con la intención de “inspirar e invitar a la comunidad a que se sume a este circuito saludable y gratuito”, Ciribe cuenta que la actividad es “inclusiva y conozco diariamente seres maravillosos, de todas partes de la ciudad, que vienen a la costa. Soy amiga de los trabajadores de las calles que año a año veo y charlo, también tomo fotos y las subo a las redes (IG @aliciaiibeom) y me agradecen muchísimo. Soy feliz y quiero compartir e invitarlos a esta comunidad de caminantes conscientes al amanecer”.

Uno de los caminantes e integrante del grupo es el obispo Gabriel Mestre, que sostiene que “salir a caminar temprano me hace bien por motivos espirituales, porque me conecta con la belleza de la creación, de nuestro Dios. Contemplar nuestro mar, el viento e incluso las nubes y la lluvia, que puede ser molesta pero tanto invierno o verano me hace bien, la anchura del mar y luminosidad del sol, me ayuda a desintoxicarse psicológicamente y me hace bien”.

En ese sentido, describe que “afectivamente me hace bien, ya que comparto la caminata con sacerdotes y dialogo en un contexto distinto. Conozco gente nueva y, además, físicamente es un ejercicio no violeto y saludable y cuida el cuerpo humano que Dios nos regaló”.

Beneficios

Ciribe acota que “la contemplación se torna nuestro modelo de armonía. Caminando tomamos contacto con el mundo, nos encontramos y nos reconocemos semejantes. Cultivamos el espíritu y el silencio, surge la ética, el respeto y la responsabilidad por la tierra que pisamos, por el aire que respiramos, por el agua que bebemos, por la vida. Nace la verdad en la simpleza”.

Por su parte, el doctor Gustavo Blanco explica el lado médico: “Entiendo a la salud como el completo bienestar bio-pscico-social-espiritual y la práctica rutinaria de 40 minutos de caminata, al menos 5 días a la semana, produce innumerables beneficios”.

Y enumera: “Controla los factores de riesgo como la hipertensión arterial, la diabetes, la obesidad. aumenta el colesterol bueno, disminuye infartos y mortalidad. Mejora el descanso nocturno, la depresión, la ansiedad, mejora la capacidad de pensar con claridad y rendimiento”.

También especifica que “los huesos son más sanos y fuertes” y que al caminar “liberamos endorfinas, que junto a la regulación de neurotransmisores y hormonas, son estimulantes naturales que cambian nuestro estado de ánimo y actúan como analgésico activando los centros de placer y eliminando malestares”.

Otros integrantes del grupo “Caminantes conscientes al amanecer” son Sandra González; Liz Pennoni y su perro Sur; Gabriela Magnoler; Cristina Ortiz; Sebastián Cantalbiano; Adolfo Ciribe; Leticia Castañon; Alba Morales; Carlos Calvo; Matilde Ferrera y Ana Laura Vulcan y el punto de encuentro suele ser Playa Grande a las 6.15 de cada dia.