El hombre de 34 años manejaba su Citroen C3 por el camino vecinal de la ruta 11 cuando un patrullero lo paró. Los policías le preguntaron qué hacía en esa zona y no supo responder. Su intención era clara: esquivar los retenes de control para pasar la cuarentena en Mar Chiquita. No lo logró: fue enviado de regreso a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires con una denuncia penal. 

Los intentos para evitar pasar la cuarentena en Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) no solo crecieron en los caminos vecinales que conducen a los balnearios de la costa también se multiplicaron en los  seis retenes ubicados en los ingresos a Mar del Plata: los datos preliminares revelan que en las últimas horas fueron rechazados un 30% más de vehículos en comparación con otras semanas. “El éxito sanitario conseguido hasta ahora ha sido porque los retenes son duros a la hora del control. No va a poder entrar nadie que no esté en condiciones de hacerlo”, explica el secretario de Seguridad municipal, Darío Oroquieta.

Desde que la gestión de Guillermo Montenegro creó el registro especial para los no residentes que quieran entrar a la ciudad por causas de fuerza mayor, los engaños ahora también son virtuales. Este viernes, una familia explicó que iba a venir desde Pergamino para cuidar a un familiar. Cuando los funcionarios chequearon los datos descubrieron la mentira: en realidad vivían en Vicente López, donde la circulación viral  del coronavirus es más alta. El permiso para entrar fue rechazado.

Desde el momento en que el presidente Alberto Fernández anunció el endurecimiento de la cuarentena en AMBA se comenzó a especular con un éxodo desde esa zona hacia las ciudades con más apertura por la mejor condición sanitaria. Durante las últimas horas los datos confirmaron esa hipótesis: desde la tarde del viernes y durante este sábado, el Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires detectó que el tránsito desde el AMBA hacia la costa creció un 20%. “Muchos tratan de encontrarle la vuelta para entrar por caminos alternativos ya sean rurales o vecinales. Programan el GPS e intentan ingresar por ahí”, cuenta Rodolfo Iriart, coordinador de la Zona Atlántica.

Pese al endurecimiento de los controles virtuales y en los retenes, la Municipalidad y la Provincia no se relajan: prevén que en las próximas horas se incrementarán los intentos de ingreso a la ciudad. “Hay que estar muy atentos porque no solo tratan de entrar por caminos vecinales sino también durante la madrugada cuando creen que los controles son más laxos. Estamos ajustando todos los detalles”, explica Iriart. Hasta ahoya ya se les negó la entrada a 200 autos.

Desde el 19 de abril, Mar del Plata bloqueó los accesos a la con seis retenes ubicados en los puntos estratégicos: en la autovía 2 frente al complejo Aquasol; en la ruta 88 pasando El Boquerón; en la ruta 11 a la altura del arroyo las Brujitas y en el peaje a Mar Chiquita; en la ruta 226 en la zona del peaje El Dorado y en el Camino Viejo a Miramar a la altura de Antártida Argentina y Calle 515.

Pese al endurecimiento de los controles virtuales y en los retenes, la Municipalidad y la Provincia no se relajan: prevén que en las próximas horas se incrementarán los intentos de ingreso a la ciudad.

En cada retén, un policía, un funcionario municipal y un inspector de tránsito vigilan los ingresos de autos en forma coordinada.

La semana pasada el caso del joven cordobés con coronavirus que falsificó sus datos para venir a visitar a su novia provocó que la Municipalidad creara un nuevo requisito: al llegar al retén los no residentes deberán tener una autorización ya tramitada. Desde que se puso en marcha el sistema el viernes a la tarde se recibieron 371 pedidos para entrar a la ciudad por motivos de fuerza mayor.