Los estudiantes de diversos establecimientos secundarios y terciarios de la ciudad continúan con la toma del Consejo Escolar, que inició este jueves y se extenderá hasta tanto no se ofrezcan soluciones concretas, según señalaron sus protagonistas.

Los reclamos esgrimidos por los alumnos se centran en las condiciones edilicias de los establecimientos educativos a los que asisten. Falta de gas y peligro de derrumbe, son algunas de las falencias más repetidas.

“Nosotros no tenemos edificio propio, por lo que compartimos espacio con la Primaria N°20, donde hace algunos días casi explota la caldera porque el Consejo Escolar mandó a un gasista a que la prenda, aun con un informe negativo que detallaba peligro de explosión por las pérdidas que tenía”, señaló al móvil de Lu6 Macarena, estudiante del Instituto Superior Técnica 151, ubicado en San Juan y Castelli. El establecimiento retiró el medidor de Camuzzi y decidió suspender las clases ante la imposibilidad de calefaccionar el ambiente al que, diariamente, asisten niños de entre 6 y 12 años.

“Otra parte de nuestras materias también las cursamos en la Técnica 3, que tampoco tiene clases por una filtración de agua, que comenzó en el último piso, y afectó toda la conexión eléctrica, dejando las paredes electrificadas“, agregó la estudiante que, por el momento, se encuentra sin espacio aúlico para el desarrollo de la cursada.

Por su parte, Paula, del Instituto de Formación Docente 19, aseguró que las condiciones del establecimiento ubicado sobre la calle Almafuerte, frente al Parque Primavesi, no dista del panorama que se vive en otros lugares.

“Estamos sin gas desde la vuelta del receso invernal.  En el anexo, que es en la Escuela 6, tampoco podemos cursar por la misma razón”, indicó.

En la misma situación se encuentran los alumnos del Instituto de Formación Docente 84, que funciona en el Palacio de los Deportes junto al Centro de Educación Física 1 y el Teatro Payró. Según señaló una de las estudiantes afectada, el establecimiento cuenta con aulas clausuradas por desprendimiento del techo, filtraciones, cañerías tapas, vestuarios inahibilitados y caldera rota.

“En el año 2012 se tomó el Instituto porque las condiciones de cursadas no estaban siendo las más óptimas, se caían los techos y había un metro de excremento de paloma sobre los techos que provocaba un olor asqueroso que no permitía cursar. Se tardó tres años en arreglar el lugar, pero a principio de este año, con la primera lluvia en la ciudad, se inundó todo el Instituto y se nos empezaron a caer los techos nuevamente”, indicó la joven.

“Las cañerías de los baños están tapadas; no tenemos los vestuarios habilitados, siendo que hacemos actividad física todo el tiempo; en abril estábamos cursando y se nos cayó un techo en el medio de la clase, poniendo en riesgo a un profesor y los alumnos que estábamos ahí. Esa aula no la arreglaron y quedó cerrada desde entonces. Tampoco pudimos hacer uso de la pileta cubierta, que forma parte del CEF 1, porque está rota la caldera y no hay calefacción”, indicó.

Según señaló, la toma en las oficinas de Colón y Juncal, que tiene lugar de manera pacífica hace más de 24 horas, se extenderá hasta encontrar soluciones. “Vamos a estar acá hasta que los funcionarios nos den una respuesta ante los problemas de infraestructura que tenemos”, sostuvo.

Por otra parte, y en busca de fortalecer el apoyo a la medida de fuerza, estudiantes convocaron a un “Festival por la Educación Pública” en el lugar, apartir de las 13 y hasta las 16. Estarán presentes artistas locales y se realizará una radio abierta y una olla popular.