El juicio por la causa “Marea Verde” comenzará mañana en la sala del Tribunal Oral Federal con un total de 18 imputados. En tanto, otros tres acusados permanecen prófugos y un cuarto que se había evadido de la Justicia pero fue detenido hace pocas semanas no estará en el banquillo, aunque permanece incriminado en los mismos hechos.
El caso se conoció en agosto de 2015, cuando la banda de narcotraficantes que operaba desde Mar del Plata fue desbaratada y se secuestraron casi tres toneladas de marihuana.

La fiscal federal Laura Mazzaferri solicitó la elevación a juicio de 14 imputados en 2017, pero al debate se unirán otros cuatro de dos expedientes posteriores pero derivados del mismo expediente. Ahora, los hechos se ventilarán ante los jueces Mario Portela, Roberto Falcone y Alfredo Ruiz Paz.

De acuerdo a la pesquisa inicial, cada una de las personas incriminadas cumplió distintos roles en la organización, que se dedicaba al tráfico internacional y nacional de estupefacientes y que contaba con sus propias fuentes de financiamiento, logística y ámbitos de distribución.

Los primeros detenidos en el marco de la investigación fueron Walter Daniel Omar Martínez, alias “El Gordo” o “Pity”; Miguel Antonio Rivadavia, alias “Capitán o “Paisano”; Guillermo Héctor Bogarín, alias “Memo”; Luis Andrés Giménez; Miguel Angel Wekkesser; Elcira Graciela Bueno; Emiliano Yamil Bueno; Mauricio Rubén Aguirre Sotelo; Carlos Augusto Villanueva; Ezequiel Martín Lozano; Agustín Redi; Jorge Robero Barbosa; Carlos Ariel Ventura; y Víctor Jorge Cabrera. Entonces, quedaron prófugos y con pedidos de captura internacional Javier Farías, Elvio Peralta, Guillermina Cerviño y Hugo Alberto alias “Coco” Esteban.

A este último lo detuvo la policía hace pocas semanas, pero por razones procesales no estará en el banquillo en esta oportunidad.

Conforme quedó de manifiesto en la investigación, Martínez, Farías y Peralta financiaron y organizaron la compra de 2.800 kilos de marihuana en Paraguay. El cargamento iba a ser trasladado desde la localidad de Wanda, provincia de Misiones, en un camión comprado y acondicionado con un doble fondo especialmente para consumar dicha operación.

El encargado de venderles ese rodado había sido Esteban, quien además está vinculado a la causa conocida como “Lavado total” y fue capturado hace poco tiempo tras haberse evadido de la Justicia por más de tres años.

Por último, otros cuatro acusados se suman a la lista. Se trata de Rolando Rene Farías -padre de uno de los prófugos-, Ivana Elizabeth Ingino -ex pareja de este último-, Pablo Iván Ruiz, el sobrino; y Juan Luis Ramón Martínez, un gestor que colaboró con los trámites vinculados a dotar de legalidad la compra del vehículo y la fijación de su titularidad.

El caso

Según los investigadores, la banda habría comenzado a operar en 2014, es decir, un año antes de su caída. La misma se produjo cuando Giménez y Wekkesser, quienes condujeron el camión hasta Misiones abandonaron el vehículo con el cargamento frente a un taller mecánico de Avenida Florida, entre Ruta Nacional 12 y calle Horacio Quiroga, en Wanda.

La decisión de ambos fue debido a que desconfiaban de la estructura armada sobre el rodado para esconder la droga. Sospechaban que, ante un eventual control vial, los uniformados descubrirían los estupefacientes.

Tras ello, viajaron en colectivo a Mar del Plata, y al llegar fueron detenidos por la policía, que llevaba varios meses investigando el mecanismo de funcionamiento de la banda. Además de esos hombres, fueron capturados otros miembros de la organización.

Es que la banda ya había previsto y acondicionado el sitio en el cual se iba a almacenar la droga. Para ello, habían elegido un galpón ubicado en Tripulantes del Fournier al 2200, el que era provisto por Giménez y Elcira Graciela Bueno, su pareja, y Emiliano Yamil Bueno, sobrino de esta última.

Conforme cita la fiscal Mazzaferri en la causa, “esta red criminal tenía también previsto el modo en que iba a introducir la marihuana en el mercado, tanto en esta ciudad como en zonas aledañas”.

Para la investigadora “se ha probado que uno de los que llevaba a cabo esta actividad era Mauricio Rubén Aguirre Sotelo, quien tenía contactos frecuentes con Luis Andrés Giménez, al punto de conocer los movimientos que éste iba a efectuar en el norte del país, así como con Elcira y Emiliano Bueno. Además, Aguirre Sotelo proveía a terceras personas de material estupefaciente y, como se desarrollará más adelante, se relacionaba con otras bandas vinculadas al comercio de sustancias ilícitas de menor envergadura. Así es como se ha llegado a contactar con los imputados Ezequiel Martín Lozano, Carlos Ariel Ventura, Jorge Barbosa y Agustín Redi”.