Con 78 años, 53 de ellos dedicados al canto profesional y 50 girando por el mundo, Dyango vuelve a considerar a Mar del Plata en el marco de un tour internacional.

Este jueves, en la previa de un nuevo fin de semana largo -y luego de presentaciones en Chile, Córdoba y el Gran Rex de Buenos Aires- estará en el Radio City, confirmando una vez más el mutuo cariño con el público local.

“Mar del Plata quiere mucho a Dyango de toda la vida”, reconoce, el artista, que asegura no dejar de sorprenderse cada vez que viene con “ver el teatro lleno, ver cómo la gente se acuerda de mí”.

La gira es extensa “no tanto como cuando era joven, pero por ser una persona mayor no está mal”, reconoce en una charla telefónica con este medio, el intérprete de canciones románticas que han trascendido todos los tiempos.

Lejos de cansarse, no tiene pensado dejar los escenarios. Una vez ya se retiró y no fue lo que esperaba. “Vi que no podía seguir así de ninguna manera, esto es lo que siempre he deseado hacer, esto es mi vida”, afirma, señalando que “siempre uno sale al escenario con una misión, intentando dar siempre lo mejor de lo mejor”.

“El que manda es el público”, asegura el cantante de gran cantidad de éxitos en la charla en la que también habló del tango, del fútbol y de política.

– ¿Qué repertorio prepara para esta nueva presentación con “50 años de amor por vos”?

– Normalmente uno canta las canciones que la gente pida y la gente pide las más populares, las de más éxito, pero también intento estrenar alguna que otra. Hay muchas canciones en la carrera que se han hecho solamente en el momento de la grabación y después no la he vuelto a cantar. A veces se me escapa alguna que otra de ese grupo.

– ¿Para el tango siempre hay un espacio en el vivo?

– Siempre. Donde vaya canto tangos. En Barcelona, en Estados Unidos, en México, donde pueda aparecen mis tangos, que son bastantes. Y creo, humildemente, que soy un cantante de tango.

– ¿Es el género que lo ha marcado como artista?

– Tengo formación de conservatorio, pero el tango lo descubrí en la voz de mi mamá. Desde los cuatro años me enseñaba los tangos de Gardel y de toda la gente de entonces.

– ¿De ahí su cuidado, su respeto, su dedicación por la poética?

– Ninguna canción tiene la poética de los tangos. Mis canciones creo que son bonitas, tienen su poesía, pero lo que hizo la gente del tango de toda la vida es algo inconmensurable, algo que no se ha hecho más que en Argentina.

– ¿Son irrepetibles?

– Sí. No creo que pueda igualarse porque no hay gente preparada para eso. Antes era la unión perfecta entre el gran músico, el músico del conservatorio, y el poeta, el que sabía escribir poesía y de ahí surgía el tango. Ahora hay buenos instrumentistas del tango pero, cantantes, cuesta escuchar alguno que no sea de otras épocas que lo haga muy muy bien.

– Tiene muchísimas canciones que han sido éxito. ¿Es muy difícil generar otro?

– Ojalá todo lo que cantara fuera después éxito, pero uno tiene tantos temas y tantos éxitos, imaginate, que es casi imposible introducir un éxito nuevo. Aunque siempre lo intento, eso sí.

– Y las canciones que han trascendido, ¿Por qué se han convertido en clásicos?

– Generalmente, lo que las discográficas quieren que se convierta en éxito lo es y lo que no quieren que sea éxito no ha sido. Mandan las compañías, que quedan pocas, pero hay muchas ocasiones en las que se equivocan. Parece que de un disco, la canción tiene que ser ésta y después resulta que es la otra. El que manda, al final, es el público. Y hay sorpresas. Siempre me acuerdo en una gira por Colombia, que pensamos que determinada canción de determinado disco que ni me acuerdo era la más conocida y cuando llego, resulta que la que sonaba era ‘Esta noche quiero brandy’ y nadie había pensado que podía ser éxito y lo fue.

– Sé que le gusta el fútbol. ¿Qué hay del mundial, lo entusiasma?

– Me gusta el fútbol, por supuesto, pero soy fanático de mi equipo, del Barcelona, de la selección no tanto.

– ¿Y por quién va a hinchar?

– Aunque parezca mentira lo haría por España o por Argentina. En realidad, donde juegue Messi es donde iría a hinchar yo.

– ¿Cómo está viviendo todo el proceso político que se está dando en Cataluña?

– Con ilusión, con ganas y con paciencia, una dosis enorme de paciencia. Creemos en algo que se nos está negando y creo que algún día se nos puede dar. Pero queriendo también a la gente con la que hemos convivido toda la vida, que son las otras regiones, andaluces, vascos, gallegos y a la vez reivindicando lo que queremos los catalanes. Son sentimientos que uno lleva y están cada vez más arraigados, sobre todo la gente joven lo quiere ver algún día y creo que algún día lo van a ver. Yo no lo voy a ver, pero habrá gente que lo va a ver.

– ¿Por que cree que hay sectores que infunden miedo al avance del movimiento independentista, lo que pueda pasar si avanza?

– No puede pasar nada malo, no creo. Hoy en día estamos en una civilización totalmente diferente a la que había antes. Yo nací en la posguerra cuando Franco terminó la guerra y los catalanes nos quedamos muy mal como tanta y tanta gente de toda España. Así estamos, con la misma ilusión de entonces, pero siempre buscando el camino de la paz, la comprensión y el diálogo.