Las organizaciones de mujeres y diversidad integrantes del Observatorio en Violencia de Género y Diversidad expresaron su estupor ante las manifestaciones vertidas por el bloque de concejales del oficialismo en la nota realizada por este medio con motivo del #8M. Allí, los ediles hablaron sobre la ordenanza en violencia de género y diversidad (vigente desde junio de 2016) y a las acusaciones sobre la disminución del presupuesto destinado al área de la mujer del municipio.

En el escrito, señalan que las concejalas y concejales “mienten descaradamente o evidencian en sus respuestas un total desconocimiento de la realidad respecto de la ordenanza en emergencia a la cual se refirieron. En ambos casos es muy grave”.

“En el día de ayer cientos de miles de mujeres se expresaron en las calles al grito de ‘vivas y libres nos queremos’, exigiendo al estado políticas públicas para prevenir y erradicar la violencia hacia las mujeres y específicamente el cumplimiento de la totalidad de la ordenanza en emergencia. Dicha exigencia deviene en que, a casi dos años de existencia la ordenanza referida se encuentra incumplida casi en su totalidad, haciendo la salvedad de la creación y funcionamiento de este observatorio y el pago de becas cuando el circuito administrativo del municipio lo habilita”, destacaron.

“Calificar como ‘positiva’ la evaluación de la emergencia es una burla a las mujeres que están en lista de espera para obtener un botón antipánico o para ser atendidas por una psicóloga en la Dirección de la Mujer, o aquellas que esperan pacientemente que el presupuesto 2018 se apruebe para lograr la beca que les permita salir de la situación de violencia en la que se encuentran, siempre con riesgo de vida”, siguieron.

En el comunicado, señalaron cuando los ediles señalan que “se creó un Registro Único de Casos… se reforzaron los Programas de Prevención y Asistencia de la violencia de Género…” faltan a la verdad y aseguraron: “Nada se reforzó, estos programas ya existían antes de la declaración de emergencia”.

“Al 6 de marzo hay 14 mujeres esperando un botón antipánico y desde mayo de 2017 se está esperando la compra directa de la irrisoria cantidad de 50 botones”, señalaron, a modo de ejemplo de las complicaciones generadas.

Sobre la ausencia del Movimiento en la audiencia pública por el presupuesto, argumentaron que “el Observatorio decidió no participar atento el incumplimiento del deber de información previo a la Audiencia Pública realizada en fecha 21 de diciembre de 2017 (Ordenanza 12.336 modificada por Ord. 18249) dado que el mencionado presupuesto no se encontraba detallado, tanto el cálculo de gastos como de recursos en los distintos ítems que lo deberían componer”.

Calificaron de “muy grave” que se refieran a la prórroga de una ordenanza que “nunca cumplieron” y “que la describan como una ‘herramienta útil’ es puro verso”.

Y lanzaron interrogantes: “¿Saben los concejales oficialistas que el presupuesto del año 2017 se sub-ejecutó? ¿Saben los concejales oficialistas que por una cuestión presupuestaria el municipio dejó sin efecto el celular del cual disponía la división de violencia de género de la policía local para comunicarse permanentemente con las mujeres en situación de violencia y así evitar situaciones de riesgo para ellas? ¿Saben los concejales oficialistas que el presupuesto previsto para el 2018 no incluye la implementación efectiva de la ordenanza en emergencia que les parece tan positiva?”.

“Evidentemente no saben de la realidad del municipio y menos de las mujeres en situación de violencia que requieren asistencia integral, inmediata y efectiva”, agregaron.

Las integrantes del Observatorio también brindaron detalles de la reunión que mantuvieron con Roberto Ortea; la secretaria de desarrollo social, Patricia Leniz, y el subsecretario, Guillermo Schütrumpf, reunión en la cual aseguraron que “quedó evidenciada la sub-ejecución del presupuesto de 2017, que no hay un incremento para el 2018 y que esta gestión municipal no tiene entre sus prioridades trabajar para prevenir y erradicar la violencia hacia las mujeres”.

A modo de cierre, volvieron a apuntar a los integrantes del Concejo Deliberante: “Si los ediles pudieran dimensionar por un instante el sufrimiento de una mujer en situación de violencia, mujer que suele estar en absoluta soledad, mujer que cuando tiene el impulso de buscar ayuda debe ser atendida en forma inmediata y no formar parte de una lista de espera, porque quizá esa lista de espera que le propone el Estado la devuelve al círculo de la violencia del cual intentó salir. Si pudieran comprender ese sufrimiento, quizá se ocuparían como corresponde de la temática o al menos, ante la indiferencia, guardarían silencio”.