Por Oscar Lardizábal

2018 puede ser el año del resurgimiento del puerto de Mar del Plata, no ya como exclusiva puerta de salida para la producción pesquera, sino como un puerto multimodal.

Lo estima de tal modo uno de los titulares de la Terminal de Contenedores Dos (TC 2), el contador Emilio Bustamante, quien en diálogo con LA CAPITAL explicó los motivos de su optimismo.

Destaca entre tales motivos la posibilidad de que dos grandes empresas de la zona, McCain y Materia, decidan canalizar sus considerables flujos de exportación por el puerto de Mar del Plata, para eliminar innecesaria intermediación, bajar costos y mejorar su logística.

De concretarse tales proyectos, la TC 2 pasaría de un promedio anual de 4.000 contenedores al doble con sólo sumarse Materia, y a más del triple ya con la presencia de Mc Cain.

Materia tiene su propio desarrollo en Dock Sud, hacia donde lleva sus cargas en camiones circulando por la Autovía 2. McCain, por su parte, traslada la mayor parte de su ingente producción con camiones brasileños, con choferes brasileños, que hacen su idea y vuelta también por la Autovía 2, y por Zárate y las rutas de la Mesopotamia para entrar en el territorio de Brasil.

Con los permisionarios de la Terminal 2, los ejecutivos de las mencionadas firmas evalúan la gran reducción de costos que derivaría de resolver su logística a través del puerto de Mar del Plata. A la vez, esa decisión estratégica representaría obvios beneficios para la ciudad y también para la provincia, traducidos en más seguridad y mejor mantenimiento de las rutas. Solamente McCain cada día pone sobre las rutas una treintena de camiones para unir Balcarce con Mar del Plata –porque aquí deben realizar la tramitación– y desde nuestra ciudad circular durante tres días hasta el destino de San Pablo, Brasil.

El factor dragado

Un factor clave, imprescindible, es el dragado. Mejoró la situación cuando se realizó en 2014, y las operaciones de mantenimiento que se desarrollaron desde entonces y que deben seguir realizándose, garantizan el calado y la entrada de los grandes buques.

Al mismo tiempo, en opinión del contador Bustamante, es necesario optimizar el uso de espacios en la estación marítima, de manera que cada actividad encuentre el lugar conforme a su realidad y desarrollo.

Desde tiempo atrás, los directivos de la TC 2 pregonan contra la idea de que “la pesca es igual a todo el puerto de Mar del Plata”, fijada según ellos en el prejuicio de los argentinos y aún entre los marplatenses.

“No es así”, insiste Bustamente, si bien declara que “la pesca es una industria muy importante y está muy bien que el gobierno la apoye y la ayude a buscar nuevos mercados”.

No obstante, también advierte que la actividad pesquera ocupa superficies que exceden sus actuales necesidades, “habiendo llenado todo de barcos, muchos de ellos inactivos por largos períodos, cada uno de los cuales debe pagar unos 8.000 pesos por mes simplemente por estar allí, amarrado”.

“Entrar y sacar mercaderías”

“Hemos visto –añade– que el presidente Mauricio Macri tiene una idea de puerto distinta y coincidimos con él, porque además creemos conectar con la esencia de este puerto que nació para entrar y sacar mercaderías pero, con el tiempo, sucedió que lo convirtieron en un punto exclusivo para la salida de los barcos que van a pescar, condición que frena la dinámica económica de la región”.

Cambiar hacia un complejo multimodal, dinámico e innovador no será fácil, según Bustamante, porque “en la medida en que domine sólo una industria, la de la pesca, será muy difícil que se arrimen otras expresiones económicas, como la industria, el comercio, la actividad agrícola”.

Inéditos embarques

La rigidez ante los propósitos de transformación se da también debido a la preferencia de algunas navieras que están llegando de trabajar con contenedores refrigerados, que funcionan a la manera de una computadora y que demandan un pago por el servicio mucho más elevado.

Con todo, desde la TC 2 creen que las cosas están cambiando gradualmente. Y avalan la observación con algunos ejemplos de embarques inéditos registrados en los últimos meses: frutillas hacia distintas partes del mundo, miel hacia Alemania, kiwi a España y, entre otros, el caso de la harina de pescado que siempre salió por Buenos Aires, comienza a tener vía de exportación por el puerto marplatense.

Los registros señalan ahora un crecimiento de un 10 por ciento de las exportaciones y un salto en las importaciones, entre éstas la muy significativa de Cabrales, que en proporciones crecientes comenzó a traer por el puerto local café procedente de Brasil, Colombia, India y México, para procesarlo en su planta del Parque Industrial. Una destacada firma textil como la de Raffaelle Giardino también decidió optar por la puerta marplatense.

La consigna en todos los casos es reducir al máximo posible costos y complicaciones generadas por la intermediación.

TC 2, que se conformó agrupando cooperativas en funcionamiento desde hace dos décadas, mantiene vínculos con gigantes del transporte marítimo como Maersk y MSC.

Abarca hoy un área operativa de 10.000 metros cuadrados y aspira a una gran ampliación. Junto a otras empresas emblemáticas de la ciudad, ha presentado una iniciativa privada para el desarrollo de una tercera terminal de contenedores, la TC 3, en un espigón hoy escasamente aprovechado, que multiplicaría de manera extraordinaria la capacidad para la recepción de contenedores, además de comprender instalaciones frigoríficas, que posibilitarían hacer descargas por inéditos volúmenes de manera directa y rápida.

“Yo confío en que, algún día, todos los operadores del puerto de Mar del Plata podamos alcanzar una verdadera unión y lograr que nos escuchen en todos los poderes del Estado, a fin de acelerar un desarrollo en beneficio de la ciudad y la zona que comienza a insinuarse”, concluyó Bustamante.