Por Bruno Verdenelli

Tres años y medio fueron los que pasaron desde septiembre de 2013 hasta mayo de 2017. Desde que comenzó la causa con un aluvión de denuncias por abuso sexual infantil contra la maestra de música Analía Schwartz, hasta que finalmente el Tribunal Oral Nº 1 la absolvió de culpa y cargo.

Sin ninguna duda, se trató del hecho judicial más resonante del primer semestre. Schwartz había estado en el foco de la polémica desde el comienzo del caso, cuando llegó a abandonar la ciudad por miedo a que la lincharan a ella o a los miembros de su familia.

Para los jueces Facundo Gómez Urso, Aldo Carnevale y Pablo Viñas en el juicio oral no quedó probado ninguna de las 15 acusaciones por abuso sexual infantil y corrupción de menores denunciados por los padres de los alumnos de los jardines de infantes de los colegios Gianelli y Fleming. Además, los magistrados solicitaron al finalizar el debate que la Procuración General revea los protocolos que se utilizan para llevar a cabo las cámaras Gesell, el método que se utiliza para la declaración de los niños.

La decisión causó la furia de los querellantes, quienes apelaron y hace pocos días, incluso, fueron recibidos en la Cámara de Casación de la provincia de Buenos Aires. Cabe destacar que el fiscal del caso, Fernando Castro, había pedido que Schwartz fuera condenada a 24 años de prisión.

Lucía Pérez y la polémica

En octubre de 2016 ocurrió el que quizás sea el caso policial más polémico de los ocurridos en Mar del Plata en la última década. En el marco de la causa hubo tres detenidos casi desde el comienzo, pero este año después de varias idas y vueltas se llegó a una importante conclusión: la Junta Médica de Peritos de la Suprema Corte bonaerense confirmó el 1 de septiembre que no se puede probar que la adolescente de 16 años haya sido víctima de abuso sexual y que la causa del exceso probablemente haya sido asfixia por congestión y edema pulmonar por causas tóxicas.

Así surgió del informe entregado a la fiscal María Isabel Sánchez, quien sostenía que los tres imputados Matías Farías, Juan Pablo Offidani y Alejandro Maciel la habían violado y luego abandonado hasta su muerte. El dictamen de la Junta Médica provocó la renuncia de Sánchez al caso, su pedido de licencia y posterior reemplazo al frente de la Fiscalía Nº 8. Además, se resolvió elevar la causa a juicio oral y Maciel recibió el beneficio del arresto domiciliario en una ONG donde trata su adicción a las drogas, mientras que Farías y Offidani permanecen detenidos en la Alcaidía Penitenciaria Nº 44 de Batán. Aún no hay fecha para el debate oral.

La fiscal María Isabel Sánchez renunció al caso Lucía Pérez y fue reemplazada en su cargo.

“La Casa del Terror”

A mediados de septiembre de 2015, un caso policial ocurrido en el barrio Las Dalias tomó repercusión mundial. Se lo conoció como el de “La Casa del Terror”, en alusión a una vivienda ubicada en Los Naranjos al 4000 donde un hombre había mantenido encerrados a su mujer y a su hijo autista en una jaula.

Exactamente dos temporadas después, el 19 de septiembre de 2017, el juicio a Edgardo Oviedo llegó a su fin cuando el Tribunal Oral en lo Criminal N°4 decidió imponerle una pena de 14 años de prisión.

En el mismo fallo Alejandra Suárez Bacone, vecina de Oviedo, resultó absuelta debido a que no se pudo probar su participación en los hechos.

En su fallo, el juez Alfredo Deleonardis señaló que Oviedo tuvo un “perverso maltrato” hacia sus familiares, a quienes mantuvo encerrados en un cubículo en “pésimas condiciones” durante, al menos, dos años. Además, aseguró que estaba en condiciones de “entender lo que hacía” y, por ende, no era inimputable como se había sospechado en un comienzo por las increíbles características del caso.

Actualmente, Margarita y Gerardo, la mujer y el hijo de Oviedo, se encuentran alojados en hogares especializados donde se recuperan de los maltratos recibidos hasta que fueron rescatados, en parte, gracias a la denuncia de los otros hijos del hombre condenado.

Controversia y cierre
del caso Melmann

No podía ser de otra manera: el caso Natalia Melmann tenía que finalizar, 16 años después de la violación y el crimen de la joven miramarense, enmarcado en una polémica. Ocurrió en octubre de 2017, cuando primero la Sala N°2 de la Cámara de Apelaciones, en contra de lo que había resuelto la Justicia en audiencias previas, concedió salidas transitorias a los policías Oscar Echenique, Ricardo Anselmini y Ricardo Juárez, que habían sido condenados a cadena perpetua por el hecho.

La decisión de la Cámara de Apelaciones generó indignación en Tribunales, entre los familiares de Natalia y agrupaciones sociales que se habían movilizado hasta el edificio. Fue necesario que un grupo antidisturbios controlara la situación y permitiera que la abogada defensora de los asesinos, Patricia Perelló, pudiera salir de Tribunales.

Previamente, las salidas transitorias para Echenique, Anselmini y Juárez habían sido rechazadas ya que no mostraron arrepentimiento por el crimen de Natalia ni tampoco realizaron tratamientos psicológicos para poder reinsertarse a la sociedad.

Finalmente, en la misma semana en que se conoció la decisión mencionada, el Tribunal de Casación bonaerense rechazó un pedido de revisión de la pena que había sido presentado por Perelló y dio por terminado el caso.

Confirmaron pena
para “Lalo” Ramos

El 3 de noviembre pasado, la Cámara de Apelaciones y Garantías confirmó la condena de 2 años y 6 meses de prisión en suspenso de Eduardo “Lalo” Ramos por haberle causado serias lesiones al niño Thiago Franco al colisionar con su vehículo el automóvil en el que se trasladaba el menor con la familia. Además, desestimó la apelación de la querella para anular el juicio abreviado donde se había dictado la pena.

Para los jueces Raúl Alberto Paolini y Pablo Martín Poggetto la apelación presentada por el abogado Maximiliano Orsini a pedido de los padres de Thiago, es “inadmisible” y confirmaron el acuerdo de juicio abreviado realizado en junio entre el fiscal Pablo Cistoldi y el abogado de Ramos, Facundo Capparelli.

El abogado Orsini había planteado que el juicio abreviado realizado entre el fiscal Cistoldi y el abogado defensor Capparelli “se encuentra viciado de nulidad absoluta, especialmente en lo que hace al asentimiento prestado por el fiscal. Indica que el mismo ha esgrimido falsedades las cuales son parte integrativas del acta de juicio abreviado”.

Así, tras casi cuatro años desde que ocurrió el hecho -en marzo de 2014-, y pese a las innumerables marchas en reclamo de Justicia realizadas por los padres de Thiago, el caso finalizó y Ramos goza hoy de su libertad.

Violadores

Las historias de Rubén Galera y Claudio Valente tienen características similares. Ambos son violadores reincidentes y los dos fueron condenados, por segunda vez en sus vidas, en 2017.

El pasado 24 de noviembre, Galera recibió la pena de 22 años de prisión por haber abusado sexualmente de una joven mientras esperaba el colectivo en Playa los Lobos en mayo de 2016. Galera ya había pasado 12 años detenido por haber sido culpable de una violación en Miramar.

Los jueces Fabián Riquert, Juan Manuel Sueyro y Mariana Irianni tomaron en cuenta los fundamentos expuestos por la fiscal Andrea Gómez y, tal como lo solicitó la investigadora, condenaron a Galera por los delitos de “robo agravado por el uso de arma blanca en concurso real con abuso sexual con acceso carnal” con el agravante de ser reincidente en delitos contra la integridad sexual de mujeres.

Galera llegó a juicio por pedido de la víctima, quien rechazó toda posibilidad de resolver el asunto en juicio abreviado ya que, desde un primer momento, le había comentado a la fiscal Gómez que “quería contar su verdad” ante los jueces.

Esa verdad fue categórica y el testimonio de la joven, que tenía 22 años cuando Galera la interceptó en una para de colectivo en Playa los Lobos, la asaltó y la violó, fue una prueba fundamental para los jueces que valoraron el valor de la víctima para poder hablar y la precisión de sus palabras.

La condena que recibió el último miércoles Claudio Valente fue aún mayor: 50 años de prisión, como lo había solicitado en sus alegatos el fiscal Oscar De Niro.

El “Violador céntrico”, como lo denominó la prensa, secuestró a cinco mujeres para luego violarlas, robarles y finalmente liberarlas, en abril de 2014. Valente mantuvo en vilo a la ciudad y la noticia tomó repercusión nacional: a través de los canales de televisión se podía observar un identikit con el rostro de un hombre robusto y con la nariz típica de un boxeador.

A partir de ese dibujo, logrado en base a las características descriptas por las víctimas, fueron los propios ciudadanos los que salieron a la calle a buscar al abusador. Hubo revuelto hasta que la policía lo encontró en la zona del macrocentro.

Casi cuatro años después, Valente fue juzgado y condenado por el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 1 a una de las penas en prisión más altas que se recuerden en Mar del Plata. Decidió no estar presente durante la lectura del veredicto.