Luego de una gira en la que obtuvo su primer triunfo de la temporada pero cosechó un registro negativo (1-2), Peñarol vuelve al Polideportivo Panamericano “Islas Malvinas”.

Este jueves, desde las 21.10, el “milrayitas” recibirá a San Lorenzo de Almagro, por una nueva jornada de la Liga Nacional de Básquetbol.

Será el choque entre dos pentacampeones ligueros que supieron establecer una marcada postura de dominio cada uno a su respectivo tiempo.

El “milrayitas” sumó cuatro de sus cinco títulos entre 2009/10 y 2013/14, en tanto los de Boedo cosecharon cinco coronas consecutivas, entre 2015/16 y 2020/21 (la edición 2019/20 quedó inconclusa por la pandemia).

Luego de su período más glorioso, el conjunto de Garay y Santiago del Estero inició un período de reconstrucción que demandó bastante tiempo y algunas temporadas flacas de buenos resultados. Hasta que volvió a encarrilarse en la última temporada, con un rendimiento que logró entusiasmar a su gente y ganar reconocimiento.

El “azulgrana”, después de encaramarse en lo más alto durante cinco Ligas seguidas, también inició un período austero, derivado en complicaciones económicas que siempre, más tarde o más temprano, terminan afectando a casi todos los equipos.

Con un presupuesto que permitió conformar un plantel sin nombres rutilantes pero que empezó de muy buena forma la temporada, bajo la conducción de Emmanuelle Quintans, San Lorenzo ha ganado tres de sus cuatro primeros partidos.
Peñarol posee precisamente el registro inverso: 1 triunfo y 3 caídas, aunque solo jugó un partido como local.

Con el base Lucas Pérez y el pivote Julián Aprea como principales referencias en la formación titular, el entrenador cuenta con relevos sólidos, con experiencia y calidad, como Federico Marín, Raúl Pelorosso y Fernando Podestá (curiosamente, los tres jugaron en Mar del Plata).

Por el lado de los dirigidos por Adrián Capelli, se podría decir que no está tan mal en la cancha como lo muestra su saldo entre triunfos y derrotas. Solo fue superado con claridad por Ciclista Olímpico y en un parte del juego ante San Martín de Corrientes. Después, perdió más de lo que ganó, pero compitió en igualdad de condiciones con todos.

Al influjo de su descomunal producción en el “Fortín Rojinegro”, el ala-pivote Al Thornton se transformó en el goleador de Peñarol en lo que va de la campaña: 14,25 puntos por partido. Eso sí, al equipo le cuesta anotar y acumula 74,25 puntos por partido.